domingo, 8 de septiembre de 2013

RAJOY TIENE CARA DE BUENO


RAJOY  TIENE  CARA  DE BUENO

Aunque el actual Presidente del Gobierno de España como todo gobernante que se precie, tiene que poner “la cara del que sabe”, cara siempre antipática por lo que tiene de chulesca, lo cierto es que tiene  también cara de bueniño.

Ese tipo de caras permiten mentir con más éxito si fuera preciso. No estamos diciendo que mienta, Madre del Verbo, ni  se nos ocurriría tamaña suposición de quien representa a todo un gran país como España. (España que tiene emigrantes forzosos en tantas partes del mundo que donde hay españoles nunca se pone el Sol).

Además si el Sr. Rajoy mintiera está en su derecho, y no un derecho cualquiera, sino un derecho fundamental pues nuestra gloriosa Carta Magna (La Constitución Española) reconoce la facultad  de todo español a no declarar contra sí mismo.

Por tanto lo correcto, y más si se es un gran patriota, es creerle (a parte que si miente nunca lo sabremos). 

Puestos pues creerle: demos aceptar, según el Presidente de todos los españoles, que el ex tesorero del PP, SR.  Bárcenas es un presunto delincuente que le engaño. Es decir Rajoy confió en él, y el malo de la película, le engañó.

Eso es más o menos lo que afirma el Pte. del Gobierno. Lo mismo que confirma, porque no los niega, los SMS (mensajes de móvil) que se cruzó con quien le traicionó en su buena fe.

Y aquí es donde se embrolla todo para Don Mariano. Veamos; supongamos como dicen los otros cargos del PP, que Bárcenas es un delincuente (suelen decir estos, “¿pero usted a quien da más crédito al que eligieron la mayoría de los españoles para dirigirles o a un señor que está en la cárcel porque le han pescado como decenas de millones en cuentas ocultas?”)

Aceptado como hipótesis de trabajo que Bárcenas es un delincuente (que incluso traicionó al Presidente de todos nosotros), nos encontramos con que sólo se pueden dar estos tres supuestos, supuestos que todos obligan moralmente a dimitir al Sr. Rajoy. Véase:

Presunción nº 1.-  Supongamos que el Sr. Bárcenas era un delincuente por cuenta propia.

En ese caso, obtuviera de dónde obtuviera el dinero que ahora se le ha encontrado en el extranjero, es un delincuente al que en modo alguno puede el Presidente del Gobierno de España, con mensajitos, insuflar ánimo, ni pedir paciencia, dando la sensación de que trabajaba para ayudarle a eludir la acción de la justicia.

Presunción nº 2.- Supongamos que el Sr. Bárcenas era un delincuente a cuenta del PP, que le ha hurtado al PP cerca de 50 millones de euros.

En este supuesto, no sólo el Sr. Rajoy no debería dar a un presunto delincuente aliento, sino que encima, como el estafado habría sido su propio partido, razón de más para haber cortado todo conato de amistad con el Sr. Bárcenas, mientras él fuera el máximo responsable del Gobierno de España.

 Presunción nº3.- El Sr. Bárcenas era un “trabajador en asuntos delicados” a cuenta del PP, y el dinero que se le ha cogido en el extranjero es del PP o para el PP.

En este caso, el Sr. Bárcenas tendría toda la razón del mundo al pedir ayuda a su patrón, ya que ¿por qué él iba a cargar con las culpas de todo el partido o parte de él, en solitario?; y por eso mismo el Sr. Rajoy debería dimitir por abanderar y abandonar a su suerte a un miembro de la trama oscura de su partido, siendo él a su vez cómplice o jefe, del hecho delictivo presunto.                                                     

Dice el Presidente de España que se equivocó con su tesorero, ¿y si se está equivocando también con la política económica que aplica, qué cual Caballo de Atila no deja crecer la yerba de los servicios públicos por los que pasa? Pero esta es otra historia. ¿O la misma?                               

                                                               Zamora  4  de  Agosto  del  2013

PACO MOLINA

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