Cuando las barbas de tu vecina veas pelar pon las tuyas a remojar
El miedo que por fuerza tiene que estar produciendo en las mujeres el ver que los
machos las matan por celos. Tiene que estar abortando muchos malos pensamientos de
millones de esposas que no pueden dejar de sentir la llamada del instinto básico de
buscar placer. ¿Acaso no salen esos crímenes en las conversaciones caseras? ¿Acaso
no tienen que oír a sus benditos esposos decir con gran gracejo: “Quién mata a su
mujer es una mala bestia, pero si me la pegas sabrás lo que es una
buena bestia”?.
Los celos son el sustituto en el mundo civilizado de las leyes machistas del mundo
menos avanzado. En éste la ley dispone matar a la adultera; aquí no, pero muchas
adulteras
mueren o sufren un infierno pavoroso de dolor y lágrimas.
(((No se está suponiendo que todas las asesinadas o maltratadas sean adulteras o
lo hayan sido, lo que se está haciendo es indicar cómo la
ley de los celos y del machismo,
es una ley subjetiva que está en la cabeza del hombre
ofendido, y en esa cabeza siempre
bulle la idea de que realmente le han
puesto los cuernos, sea cierto o no))).
Una sociedad cada vez más permisiva (nadie puede parar el instinto de placer)
unida a un régimen severo de
fidelidades imposibles de cumplir, da como resultado un
tremendo
choque, que se traduce en una violencia soterrada del sistema para subsistir
como tal.
Del libro LA ESTAFA SeXUAL de Paco Molina
Del libro LA ESTAFA SeXUAL de Paco Molina
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