lunes, 6 de enero de 2014

Terremoto de Castillos en el Aire


LA PLAZA DE “EL FRESCO”


¿Hay pique?


El futuro de Zamora posiblemente sea el mejor de España

Vamos a ser una localidad recomendada para Congresos. Nuestro Palacio para ellos, que irá sobre la ruina de parte de la Universidad Laboral, va a dejar boquiabiertos a los de fuera y atontados a los de dentro. Los 3 aparcamientos subterráneos, en la Plaza del Cuartel Viejo, en las Tres Cruces y  el del Clínico, coronado éste de acacias gracias a un milagro que le debe el Cristo de las Injurias a la Alcaldesa por su buen juramento, van a hacer que el comercio tradicional pase a ser por fin un tradicional negocio.

Por no hablar del AVE y la integración de nuestra ciudad en la Autovía de la Plata .

Lo cual unido a la catapulta cultural que serán el Museo de “Lobo”, en el Castillo que está construyendo Somoza, amén de la Casa Museo de León Felipe y otros centros de interpretación, va a conseguir que los turistas no sólo pernocten en Zamora sino que incluso se echen la siesta .

Pero que nadie se llame a engaño, el verdadero climax ciudadano lo alcanzaremos cuando por fin tengamos dos campos de golf.

Si, porque lo que parecía malo resulta que es bueno. ¿Qué parecía malo? Que la Diputación, gobernada por el Sr.Maillo, no se coordinara con el Ayuntamiento, gobernado por la Sra.Valdeón.

Dicen las malas lenguas que el empeño de Don Fernando por traer un mirlo blanco como Doña Rosa para tirar del carro de la capital y salvarse él en la Diputación, le sentó a ésta como un tiro porque ella no se veía en el empeño, y menos tirando del carro en plan burro de San Vitero con anteojeras modelo ADEIZA

Pero el Señor escribe derecho con renglones torcidos, y ese posible pique nos va a venir a los zamoranos de cine.

Si, porque ahora, como el Presidente de la Diputación nos ofrece un campo de golf de 9 hoyos en la Aldehuela, va la Alcaldesa echa un órdago y dice hará uno de 18 hoyos en otra parte.

Pasar de 0 a 27 hoyos nos permutará el turismo de alpargata por el de Botin. ¡Qué dicha!


EL FRESCO    

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