martes, 1 de abril de 2014

Zamora: Sólida, líquida y gaseosa


LA PLAZA DEL FRESCO

 

LA COSA ESTÁ QUE ARDE

 

Los estados de la materia pueden ser tres: sólido, líquido y gaseoso.

Para pasar de uno a otro hay que dar calor, o enfriar, aquello que tengamos entre manos. El mejor ejemplo lo tenemos en el agua, que es liquida, pero que si la enfrías pasa a sólido-el hielo-y si la calientas se convierte en vapor.

Zamora siempre fue una ciudad de piedra-fortaleza, templos, empedrados, puente, tarugos-pero las cosas se están calentado más de lo debido.

El clima político está a punto de ebullición. Miren, tanto en el Ayuntamiento como en la Diputación se celebraban anualmente unas “comilonas” (platos ricos y caros, pagados por el pueblo, que esa es la definición de “comilona”) que tenían como fin hermanar a los políticos.

Hasta que “los de siempre” consiguieron que cada cargo público se pagara su plato.

A partir de ahí desaparecieron las comidas de convivencia, y es lógico porque si los comensales van a pagar el ágape de su bolsillo mejor gastárselo con las amistades de cada cual que con quien estarían dándose patadas en las espinillas bajo la mesa desde el aperitivo hasta el postre.

Porque ese es el clima que hay en la clase política zamorana. El ambiente está que arde y usted lo debe de saber.

Si estará caliente que la “Zamora Piedra” ha pasado a ser “Zamora Líquida” según los que llevan el turismo. Y como el Fiscal Anticorrupción descubra aquí algo de la trama Gürtel, pasaremos a ser  “Zamora Gaseosa”.

 

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