APUNTES PARA UNA TESIS DOCTORAL
No es que yo quiera que los machos de la especie seamos
perdonados, pero sí que si se nos condena se nos aplique una eximente o
ATENUANTE fundamental.
Porque a la pregunta de SI uno NACE O SE HACE, tan controvertida en los anales
de la filosofía cliclogenética, lo cierto es que:
Los hombres, en lo más íntimo de nuestro ser, llevamos
millones de espermatozoides que nos INCORDIAN POR DOQUIER. Millones. Se dice
bien, no miles, o cientos, como en las manifestaciones del 1º de Mayo. NO.
Llevamos millones de millones de bichitos, impertinentes, inquietos, que no se están
quietecitos y de rodillas como Dios
manda, ni a la de tres.
Y que encima gritan continuamente, como posesos
manifestantes, con sus megafonías tronantes: “Déjanos salir. Queremos tener un
hijo tuyo. Queremos tener un hijo tuyo. Déjanos salir”.
En Escrotilandia no hay paz social. Las revueltas y las
insurrecciones están a la orden del día. Y por eso, los machos somos inquietos
no podemos parar ante tanto ronroneo: Eso explica que descubramos América, corramos
delante del Toro Enmaromado, vayamos al futbol a insultar al árbitro, hagamos
alpinismo y a veces nos pasemos de violentos.
Todo por ese tormento, imperceptible pero continúo: De
ello deriva incluso que Bebamos Sin Parar a ver si así, con camiones cisterna
de alcohol ahogamos a esos manifestantes antisistema. Todo ello, encima,
tratando de no expulsarlos de su país de origen, lo que por otro lado seria
“mano de santo”, aunque como está mal visto………
Vamos que los espermatozoides están todo el día tocando
los cojones
Esa es nuestra cruz y ante esa cruz. ¿Cómo no estar
siempre pensando en lo mismo?.
No como las mujeres. Que ¿qué tenéis?. Dos: Sólo dos
Ovarios, dos. Solo dos. No millones y trillones, y cuatrillones como nosotros,
cuatrillones de jovencitos subversivos, competitivos y sin vergüenzas, que o
los extraditas del país o no te dejan vivir. NO. Ni hablar. Vosotras sólo
tenéis: Dos ovarios, y encima con una cachaza los tíos, comodones a más no
poder y todo el día sin moverse. Ahí sentadazos, qué pachorra, cada uno en su
poltrona y encima en habitaciones separadas para no discutir.
Claro, así, ¿cómo no vais a ser mas calmadas, reposadas,
sensatas, sosegadas, prudentes, inteligentes y equilibradas, que nosotros?
Y esta es la situación y esta es la realidad:
Por un lado los Machos, acuciados y acosados por
revueltas sin fin al grito de “QUEREMOS
TENER UN HIJO TUYO, queremos emigrar”.
Y por otro las Hembras, con sólo dos ovarios, sensatos y
partidarios el orden establecido, instalados ahí, en cómodas butacas
ergonómicas, modelo “trompa de Falopio”, cómodamente sentados todo el día, y sin otra cosa que
hacer que: “mirar a ver si se ve la luz al final del
túnel”.
Sí, porque eso es lo único que hacen los ovarios, mirar a
ver si se ve la luz al final de túnel. Porque cuando se ve, buena señal, eso es
que repunta la actividad. Eso es que puede que entre alguien al túnel de lavado.
¿Qué será? ¿Será un seiscientos, un utilitario o un, ATENCIÓN VEHÍCULO LONGO?
Esa es la única alteración de los ovarios, que ni si
quiera se mueven del sitio. Inmutables. Impertérritos. Tanto que les
enchuflas 5 cuatrillones de salvajes
espermatozoides, y ellos se limitan a esperar a ver si alguno acierta a entrar
por la chimenea y convertirse en Papa
Noël.
Así también soy yo mujer. Pero aquí te quería yo ver.
Invadido de antisistema que QUIEREN TENER UN HIJO TUYO ¡¡¡¡¡¡¡bonita!!!!!
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