CAPÍTULO IX
LA ALTERNATIVA ALEGRECOMUNISTA
En el análisis sobre la situación del comunismo “hoy en día”
se veía que para que todo marche viento en popa no va a bastar con que mejore
la imagen del socialismo real que den los países con gobiernos comunistas.
Ni va a bastar tampoco con el enraizamiento social de los
partidos comunistas en los países desarrollados; porque lo verdaderamente
determinante para que una mayoría de ciudadanos pidan a los comunistas que
gobiernen será que esa mayoría tenga NECESIDAD material y urgente de cambio
político.
La necesidad material es la energía de los pueblos.
No obstante se han de considerar dos cosas: una obvia, que
no se debe caer en el absurdo de desear el malestar de la gente para que así
recurra a exigir la transformación de las cosas, y la otra, y más importante,
que para cuando llegue esa nueva gran crisis de la sociedad (hoy el capital [lo que sigue se escribió en 1988] no
sólo no está en quiebra, sino que al contrario, jamás ha estado tan
desarrollado y fuerte: ha ganado la batalla material, la militar e incluso la
ideológica) pues bueno, cuando llegue esa olas de descalabro y miseria social,
en el panorama democrático debe existir una oferta, una alternativa que inspire
confianza y apunte hacia una nueva era, para que así no ocurra de nuevo que la
desesperación de las gentes les haga errar siguiendo a partidos de corte
fascista y nazi.
Y (entonces) para que el comunismo sea la alternativa
buscada, el partido debe ser algo que resulte atractivo (para los que estén
dentro y para los que estén fuera), una organización valiente y con carácter,
que con plena sinceridad lleve tiempo apostando por aquello que quiere la
gente, por aquello que anhela el corazón del pueblo.
Por eso, la alternativa que debe ofrecer el alegrecomunismo,
el programa de transformación, debe estructurarse en torno a estos ejes:
*Reducción de la jornada de trabajo. Como única forma (de
impacto) para combatir el paro.
*No a la energía nuclear. Como centro de una política
económica.
*Pacifismo y desarme. Cuanta menos armas mejor, cuantos
menos ejércitos mejor, bloques militares ninguno.
*Sociedad de libertades: La gente sólo desea de la política
que ésta le resuelva su problema económico, para luego poder ser libres. Por
ello, salvo en lo económico, libertad, y en cuanto a lo económico lo que sea
necesario para el bien estar del conjunto social.
*Educación, Sanidad y Seguridad Social, públicas, eficaces y
universales (para todos).
*Solidaridad internacional.
*Democracia más y más participativa.
*Justicia con mayores medios materiales y de personal. Sólo
una justicia rápida y con capacidad de investigación, puede ser justicia.
Analicemos punto a punto:
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