martes, 12 de agosto de 2014

HICISTEIS BIEN


HICISTEIS BIEN

(( En el año 1985 existía en Zamora un semanario que salía los lunes y que se llamaba  LA CARPETA. En ella colaboraba yo con el seudónimo de CLITOR en una sección que bauticé como “La Carpeta Carpetovetónica”. ))

Uno de los escritos fue este:

HICISTEIS BIEN

La Semana Santa no sólo era Santa, la semana era espléndida.

Las procesiones estaban resultando más bonitas que nunca, y más gente que nunca disfrutaba con ellas.

La ciudad vivía, rebosaba, sonreía, se gustaba a sí misma.

Y llegó el Jueves, ese día en que sale la procesión más luminosa de todas, por la hora de su recorrido, por el raso verde y blanco de los cofrades, por los ojos bonitos de sus mujeres, por la belleza y elegancia de la mesa e imagen de La Esperanza

Procesión-luz, como luz es ese rayo de esperanza que siempre nos permite ver en los malos momentos: enfermedad, despido, soledad.

Entonces el día apareció oscuro, nadie se lo cría, nadie le dio importancia, seguramente era una broma, y la procesión salió de Cabañales y todos a verla.

Comenzó a llover y en poco rato a diluviar. Muchos retornaron a sus casas o ya no salieron, porque obviamente la procesión se suspendería.

Llovía a rabiar pero parecía oírse un tambor.

Eran ellos, las hermanas y hermanos de La Esperanza, la banda de cornetas y tambores, y la de música.

La procesión estaba pasando y una cantidad nada despreciable de personas miraba y admiraba su paso.

Era bello:

No era la belleza de la plasticidad, era la belleza del gesto.

No era la belleza del orden, era la belleza de la pasión.

No era la belleza del desfile, era la belleza de la unión.

Llovía a cántaros y daban ganas de cantaros.

Tal vez los espectadores teníamos que, en homenaje a vosotras, haber cerrado los paraguas, haber dado un paso al frente para que no nos protegiera ningún balcón, y sobre todo, haberos aplaudido.

Como siempre hay que aplaudir a los que, aún con todo en contra, no les importa calarse hasta los huesos por unos principios justos.

Estabais guapísimas y vosotros dabais confianza rodeando vuestro paso.

Fue precioso. Hicisteis bien en seguir

Hay que seguir.


CLITOR

15 de Abril de 1985

2 comentarios:

  1. "Como siempre hay que aplaudir a los que, aún con todo en contra, no les importa calarse hasta los huesos por unos principios justos."
    Hoy te aplaudo a ti, Paco, por ver la belleza donde menos me esperaba...
    Un besazo!

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  2. Asi es la vida. Que bien me sabe tu beso. Gracias

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