domingo, 31 de agosto de 2014

Los peligros de las fiestas


DE LA ALEGRÍA DE LA HUERTA A LA ALEGRÍA DE LA FIESTA

Ahyyy!!  La fiesta, la alegría, el jolgorio, el ALUCINE, el NO VA MÄS….

¿Hay algo más goloso que una fiesta? Pues eso, si no hay nada mejor ¡¡¡Vivan las fiestas!!!.

Pero ¡ojo!. No es fiesta todo lo que reluce, y se lo advertimos a usted, porque nos cae muy bien, porque es usted un santo (incluso hay algunas que son unas santas).

Si fuera fiesta todo lo que reluce esto sería un desmadre y no podemos consentirlo.

¿Por qué? Porque DESMADRES  no hay que uno y a ti te encontré en…una fiesta.

Pero seamos serios, si no es fiesta todo lo que reluce ¿merece la pena que haya fiestas?

Rotundamente ¡NOS DA LO MISMO! porque haya o no fiestas, siempre nos las inventaremos, porque si hay algún derecho humano inviolable es el derecho a morirse de risa, el derecho a correrse una juerga y el derecho a colarse en una fiesta.

CLASES DE FIESTAS.

Las fiestas se dividen en dos grandes grupos.

Las que fueron tan buenas que decidimos guardar en el recuerdo, es decir LAS FIESTAS DE GUARDAR.

 Y las otras, las que no les podemos contar a los demás porque no se las creen.

Los poderes establecidos suelen hacer unos papeles, que llaman calendarios, en los que nos indican las Fiestas de Guardar, que como dijimos, y dijimos muy bien, son las que merecen la pena.

De esa forma los ciudadanos saben cómo distribuir sus energías para que no les cojan dos fiestas seguidas, que no está el cuerpo, ni el bolsillo para estrujones (palabra del verbo ESTRUJAR, verbo íntimamente ligado a cualquier fiesta por aquello de : “Lo pasamos de miedo, éramos tantos que estábamos estrujadísimos”, o su contrario:”Lo pasamos de miedo, éramos tan pocos que nos pudimos estrujar).

No se si me explico, pero : ¿Hay algo mejor que abrazarse a una fiesta y que tengan que venir los bomberos para separarte?

Tras miles de horas preparando este trabajo, no conseguimos averiguar si fiesta viene de orgía, pero si averiguamos que FIESTA debe ir a la orgía.

Música, baile, champán, escotes, más champan, más baile, más escotes y algún que otro matasuegras, son los ingredientes imprescindibles para distinguir las fiestas oficiales de los oficiales de la fiesta.

LOS EFECTOS DE LAS FIESTAS.

Estaríamos cometiendo una bajeza si de la misma manera en que tratamos de animarle a que se ponga el mundo por montera no le advertimos de los peligros y consecuencias de las fiestas, y como no es nuestro estilo, se lo avisamos: Los tres peligros de una fiesta son:

La resaca, el matrimonio, y que al día siguiente hay que recoger la casa.

Pero no importa: Contra la resaca está el café sólo, contra el matrimonio el café cortado…y ¿la casa? NO LA RECOJA déjela así…para la próxima fiesta …¡que esa será la mejor!

Paco Molina (leído en Radio Zamora  el 8 de diciembre de 1983)

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