martes, 22 de noviembre de 2016

Las enfermedades del matrimonio


Antiguamente, las Bodas de Plata (que se celebran a los 25 años de las bodas de verdad) tenían gran trascendencia porque era raro y difícil que uno de los dos contrayentes (en realidad CONTRAIDOS, puesto que ya están casados) sobre viviera-vivo durante tantos años.

Las plagas, las Cruzadas, el Descubrimiento de América, la Guerra de África, la boda de la Infanta Elena, y tantas cosas: Hacían que la mortandad fuera importante.

Luego, gracias a la Medicina (y a las enfermeras) el que no llega a los 96 años es porque no pone interés.

Se entró entonces en un periodo, en el que estamos, en que si no pereces, por las razones citadas, pereces de MATRIMONITIS o de TENTATITIS o de ABANDONITIS

La Matrimonitis, enfermedad que se incuba por culpa del Virus de la llamada “ ABURRIENDOLA…..VILA MORENA”, produce unos síntomas que no vamos citar porque todos y todas conocéis.

Pero lo cierto es que a veces, tras producir fuertes fiebres y fuertes discusiones, desemboca en la muerte conyugal.

La Tentatitis ¿Qué se os va a decir a todas y todos de la tentatitis que no conozcáis y hayáis sentido en vuestras propias carnes (nunca mejor dicho)?.

La tentatitis, fomentada, como su nombre indica, por la TITIS. Produce fiebres altas, de temperaturas difíciles de controlar, y que a veces se cargan un matrimonio.

Y por último la Abandonitis.

La abandonitis se presenta, como todas las enfermedades graves, en versión-aguda o en versión-crónica.

La versión –aguda, popularmente conocida por “La Tabacalera”, ya que su máximo exponente fue aquel que dijo . “Pepa. Bajo a por tabaco”…y ¡¡hasta hoy ¡!, bueno pues la versión ABANDONITIS AGUDA es, para esto de batir el record de los 25 años de PAREJEO, una enfermedad mortal.

Por el contrario, la versión-crónica de la enfermedad, permite llevar una vida más o menos aparente.

La Abandonitis Crónica se manifiesta sólo tras largas observaciones: Y consiste en “estar pero no estar”.

Digamos que se da cuando “uno ha abandonado al otro dentro de casa”.

Es decir, tanto el ABANDONANTE como el ABANDONADO, siguen viviendo juntos, e incluso , si son tacaños, compartiendo la misma cama.

De ahí que a la Abandonitis Crónica, algunos doctores la denominan “los Pactos de la Moncloa”.

En estos casos las crisis se resuelven con dosis adecuadas de convenios colectivos, que enlazan Navidad con Cumpleaños, cumpleaños con Primera Comunión del nene, etc.

Quienes invitan a sus Bodas de Plata, emprenden con ilusión su camino hacia las Bodas de Oro.

Este interés en RECASARSE, que podemos equipararlo a ese otro de esos otros que piden Volver a Jurar Bandera, sólo puede provenir de un cierto grado de lunatismo.


En los tiempos que corren, querer volver a Jurar Bandera (Recasarse) sólo puede ser cosa de LUNÄTICOS….por muy bueno que sea el mástil (de la bandera) (que no dudamos que lo sea)... y por muy bandera que sea la mujer (que no dudamos que lo es ).

Paco Molina. Zamora. Entre 1992 y 1994

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