jueves, 17 de noviembre de 2016

Marxismo,alegrecomunismo y sus símbolos.

CAPÍTULO X

LOS SÍMBOLOS DE ALEGRECOMUNISMO

Al ser los comunistas materialistas (todo es materia) debemos, no sólo no olvidar los sentimientos (que son materialismo puro respecto a los razonamientos) sino que debemos revitalizarlos, como vibraciones positivas y hermosas de cada persona, por eso, tan importante como la teoría son los símbolos.

La bandera del alegrecomunismo debe ser la roja con la hoz y el martillo.

Y ello, no para volver a los orígenes del comunismo o para no perder nuestras señas de identidad, como piensan algunos, no. 

La razón es más trivial y pueril, es por puro mensaje sentimental, es simplemente porque esa es la bandera más bonita de todas. 

Así, sencilla, sin más, con el rojo que es un color bello y que invita al combate (se lucha contra titanes) y la hoz y el martillo que son símbolos sencillos y de trabajos sencillos, como sencilla es la pretensión comunista: 

Destruir el dinero, los lazos de opresión y la falta de libertad para buscar la felicidad en ese ocio y en esas personas que tenemos cerca.

Las demás banderas tienen águilas o estrellas u otros símbolos que no tienen nada que ver con la sencillez verdadera de la naturaleza humana, que ha sido artificialmente complicada para abocarla a la producción y el consumo irracional. 

Situación que nos mantiene en un continuo viaje en “tiovivo” (siempre en movimiento pero siempre en el mismo sitio). 

A un paso de nuestras internas necesidades y deseos, pero sin valor, tiempo y serenidad, para buscarlos.

Hoz, martillo y trapo rojo, nuestra bandera.

Nuestro icono debe ser el puño cerrado con el brazo alzado, que resume: carácter, para mantenerse en lucha en defensa de los que menos tienen; determinación, para cumplir las promesas, y valentía en cuanto que el gesto puede parecer, y lo es, un desafío al fuerte (al capital y alrededores)

No significa el alegrecomunismo que haya que ser alegre para ser comunista, significa lo contrario, que no se puede ser honradamente comunista sin tener que reconocer que eso te hace sentir bien contigo mismo. 

Pues así se siente uno cuando pone su corazón en hora con el corazón de un saharaui, y con el corazón de un sandinista, y con el corazón de un negro en Sudáfrica, y con el de un palestino en todo el mundo, y con el de un obrero reconvertido en parado.

Por eso el himno tiene que ser la Internacional, la canción que hace vibrar al mismo ritmo los corazones que están rompiendo el miedo en todo el mundo.

Del libro EL ALEGRE COMUNISMO de Paco Molina

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