AÚPA
EL ZAMORA
El equipo de Fútbol
de nuestra Zamora está en una buena racha.
Va a estrenar Campo.
Además el éxito sigue,
pues la campaña de afiliación está obteniendo unos resultados sin precedentes.
El eslogan
"somos de primera” es sin duda un acierto.
Pero no solo eso, es
que por si fuera poco esa campaña tiene dos detalles que por si mismos dan ya
idea de que "somos de primera".
El primer detalle,
de Pica en Flandes, consiste en permitir que todo afiliado pueda llevar a sus
hijos (pequeños) gratis a ver el partido.
Esta medida tiene un
atractivo que no por evidente dehe dejarse en saco roto.
Pero la segunda
"tentación" para el aún no afiliado no tiene parangón, sospecho que
en la historia de la Humanidad.
A mi me la contaron
(si estoy equivocado discúlpeseme pues) como un presunto defecto, pero puesto a
pensarlo y vista la inscripción masiva y anormal (en el sentido positivo de
excesiva), cabe estudiarla con mas detenimiento y llegar a la conclusión que
aquí se esboza.
A falta de estudios
más profundos y sociológicos.
Se trata de lo
siguiente. Recuerdan que habíamos quedado en que si usted se afilia puede su
prole de hijos entrar gratis.
Bueno pues eso que
ya es bueno de por sí, todavía es mejor.
Si, es mejor de lo
imaginable porque, una vez que se llega al campo, esos hijos queridos pero que
donde mejor están es a mil kilómetros a la redonda, ¡son separados de sus
progenitores! y llevados, no a un "campo de concentración", pero si a una zona de concentración en el
Campo!
Es decir, padres e
hijos son separados y puestos en distinto lugar. Aquí. si usted lo piensa esta
lo mejor de la oferta afiliativa del Equipo.
Repasemos. ¿Existe
mayor chollo que decirle a la parienta: “no
te preocupes que me llevo a los niños al fútbol”, y que luego las criaturitas vean
el partido desde donde lo ven las fieras, para que no den la lata.
Con esta fórmula quedas bien con la cónyuge,
quedas bien con los descendientes y quedas fenomenal contigo mismo, que por fin
ayudas en casa sin mayor esfuerzo.
Si este razonamiento
les parece machista, léanlo al revés, y piensen que dado que cada vez van más
mujeres al fútbol, así por lo menos no tendrán que seguir cargando con esas
fierecillas que funden los plomos de la paciencia del y de la mas pintada.
Además, con esta
medida, no solo mejora la situación de la masa social del club, y por tanto de
las posibilidades de subir a la división superior, así también se fomenta el
aumento de la natalidad, que es un plan descabellado del sistema para aguantar (chuparse
la sangre a si mismo) pues solo eso puede entenderse de una región que se
despuebla y que para que no se note propone que las hembras "paran mas-.
Y así, que no baje
la población.
Vamos, es como si el
parado optase por vender su sangre -que no la pagan mal- para comer como fórmula
de vida.
Llamar egoístas a
las parejas que no tienen mas hijos es solo la manera secreta de ocultar el egoísmo
de quienes sugieren mas bebes para que el sistema económico funcione, pero a
costa de que los tengan otros.
Un disparate mayúsculo.
En el sistema
capitalista que adoramos, que se vaya la gente de un territorio es la forma de
salvar ese territorio (no hay para todos y los mas desafortunados se largan a
sitios mejores).
Criar hijos para que
aumente la tarta es hacer que haya más bocas para la misma comida.
Un sin sentido.
Pero como el sistema
económico es el que es, hace bien el fútbol en aumentar los nacimientos aunque
sean de penalti.
Y volviendo al
Zamora. Para otras temporadas habría que cambiar en la camiseta una de las
franjas rojas por una verde u optar por una camiseta, toda roja, con una banda
verde vertical que pase por el corazón.
Amén de fomentar la
bandera de verdad y así asombrar en todos los campus.
Se llama publicidad.
FRANCISCO
MOLINA. La Opinión de Zamora. Cuando se inauguró el nuevo campo de fútbol
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