VIVIENDA VIENE
DE VIDA
-No hace falta ser primo de un
intelectual para caer en la cuenta de que la economía de España está siendo más
pujante que otras porque, curiosamente, existe el “problema de la
vivienda”-dijo Peromato, aún con los ojos tristes porque desde el Puente de los
Tres Árboles, junto con la otra veleta que allí hay, la Gobierna, vio caminar
llena de lágrimas la muerte de Luis Alberto García Merino.
-Si, amigo. ¿Pero viste, como yo, pasar ese
remolino de personas presas en una cárcel de dolor?
-Conozco a esas gentes. Son asiduos de este
río, como el chico de 50 años que murió. Sus padres, ¿te das cuenta? Están, en
cuanto calienta el sol, en la Isla del Club Náutico . Son esos que estuvieron
los dos en la cárcel cuando los que se sublevaron contra la Constitución de la
República, porque era democrática, triunfaron a balazos, y no contentos con
matar a sus padres, luego les encarcelaron a ellos.
-Los conozco, les llaman Pilar y Amable.
Precisamente por eso te hablé de gente que parecía estar en una cárcel de
dolor. Quien les iba a decir, a ellos, que estuvieron en la del odio y la
barbarie, que iban ahora a ser condenados a una cárcel de sufrimiento.
-Con
una diferencia y grande. De aquella cárcel, la del Régimen Asesino, nadie les
podía sacar, que la fuerza de la bestia era gigante. Pero de esta cárcel de
sufrimiento todos los quieren librar. Que cariño y cariños no les faltan. Y
sobre todas las cosas, su propio hijo les dejó la llave para escapar, la llave
que supone haber generado tanta amistad y admiración. Que recuerden lo bueno
vivido con él y aunque con cicatrices, serán de nuevo libres, para disfrutar de
los nietos, de las amistades, de la vida que tan buena fue, afortunadamente,
para el hijo que partió.
-Bueno, y sígueme hablando del problema de la
vivienda, pero es que no pude menos que hablar de esas buenas gentes.
-Te decía que el llamado problema de la
vivienda en el fondo es la solución al problema de la economía.
-Ah! Te refieres a que al construirse tanto,
eso genera, por fuerza, el tirar del cemento, del ladrillo, de los muebles, de
los equipamientos, de las infraestructuras, etc. Y que al haber tanta actividad
monetaria, incluso vía impuestos, se está creando un ciclón económico boyante.
-Exacto. Pero ahora quiero hablarte de algo
que me desconcierta; es eso de las “viviendas sociales”. Resulta que son para
“pobres”, pero para acceder a una, no sólo tienes que estar el primero de la
lista, sino que tienes que tener varios millones de pesetas, así que de pobres
nada.
-Hombre; bastante pobres si; que se supone
que se empeñan hasta las cejas y tal. Pero has sacado un tema que me gusta.
Mira para construir ese tipo de viviendas la sociedad ha de “vender” el solar a
un precio más barato que el resto; encima hay que confeccionar listas con todo
lo que puede eso suponer de trampas o errores, y a mayores dejas fuera a
quienes no pueden llegar a esos mínimos de millones.
-Y
además no resuelves el tema de los alquileres. Que no es que aquí no haya
cultura del alquiler, es que con lo que se paga ,la gente prefiere liarse la
manta a la cabeza con una hipoteca de por vida.
-Me intuyes, Peromato, me intuyes. Por eso
creo que la solución sería que no hubiera viviendas sociales, pero si, que
cualquier persona pudiera obtener del Estado la parte de la “entrada” que
quisiera. Luego, si se revende, la sociedad participaría del beneficio de la
venta en la proporción del préstamo, que habría que devolver a las arcas
públicas.
-Y así, quitando rebajas de impuestos,
vendiendo los solares de todos al precio de los demás, se tendría para prestar
y además, todos tendrían vivienda bajando su precio.
FRANCISCO MOLINA. Publicado en la Opinión de Zamora hace unos 10 años
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