LA PARIDA DE LA PARIDAD
En este escrito vamos a demostrar que
esa medida de que en los órganos de gobierno haya mitad y mitad de sexos,
perjudica a las mujeres. Pero antes veamos
otra aberración.
Está
la ciudadanía que bufa porque al Concejal ,Sr. Macias, el Alcalde de Zamora le
ha subido el sueldo a nueve millones de
pesetas. Decisión que se ha llevado al Pleno se ha votado y viva la
democracia. Lo aberrante del asunto es que seguramente el agraciado (“el
menos indicado para opinar sobre el asunto”, según sus propias palabras) votó a
su favor. Aunque es lo mismo si así no fue, porque lo que si es ,es que la ley
dice que un cargo público no puede votar en cosas que tienen que ver con sus
intereses y sin embargo, al comienzo de cada legislatura todos se auto fijan
sus sueldos y bicocas, y a otra cosa mariposa.
Suele
el pueblo cabrearse con estos temas del dinero, como si fueran estos asuntos
los que le hacen olfatear la verdad. Que lo malo no es tener poca pasta, sino
que otros tengan tanta como para que se dependa luego de ellos y del poder que
adquieren.
Pero no hay mal que por bien no venga. Así que
propongo a quien corresponda que con el fin de atraer turismo se utilice una de
las columnas de los soportales de la Casa de las Panaderas para que en ella , lo mismo que tienen en
algún lugar junto al río las marcas que señalan las crecidas más famosas
(“hasta aquí llegó la riada de ......”), se haga igual con los sueldos más
descarados. De esa manera se inscribiría “hasta aquí llegó el sueldo del
Alcalde en el año 2003, alcanzando los diez millones”, y la marca de del pobre
Macias ya citada.
Para más morbo y detalle se podría indicar al lado en cuánto
estaban el Salario Mínimo y la Pensión Idem . Por lo demás indicar a qué
partido pertenecen los plusmarquistas tampoco es moco de pavo pues el espíritu
olímpico que nos embarga es de tal calibre que vete tu a saber si esos records
son batibles y quien los batirá. Tampoco está mal poner, que para eso hay
varias columnas, el montante total de lo que se va por el sumidero del conjunto
de políticos en ejercicio.
Y
vamos con la otra aberración, la de la cuota paritaria. Presunta acción para
favorecer a las mujeres. Medida ésta que han defendido los partidos de
izquierda, porque antes de defender la igualdad económica entre las gentes, son
capaces de defender cualquier cosa por conservadora que sea.
Defender
la cuota femenina como medida positiva para romper con la histórica marginación
de las mujeres es necesario y bueno. Si resulta que las mujeres no aparecían en
ningún órgano decisorio y menos presidiéndolos, sólo podía deberse a dos cosas.
O bien las mujeres eran más burras que los hombres , o simplemente es que la
estructura social impedía o dificultaba su participación. Desechada la primera
opción por que ser más burro que un hombre es imposible, había que remover los
obstáculos que impedían de hecho que las féminas participaran en política.
Surge así la cuota, que estimo ideal en un 30% de mujeres mínimo en cualquier
órgano, hasta que se normalice el asunto.
Mas
no hay que olvidar que la ideología conservadora pudo mantener a las mujeres con
la pata quebrada y en casa, haciendo creer que eran distintas a los machos.
Cuando lo evidente es ambos sexos son iguales. Creer en las diferencias es caer
en la trampa del Poder (“divide y vencerás”). Por eso, limitar la participación
al 50% de cada sexo, no sólo es aceptar
diferencias falsas, sino tenderles otra trampa a las mujeres para
que cuando hayan alcanzado la igualdad social, no puedan obtener las cuotas de
poder que su superior inteligencia les otorgaría. Baste ver las estadísticas en
estudios
Encima
esta aberración de la paridad se
pretende extender a las listas electorales, con lo cual un partido feminista
podría, de querer presentarse, tener que poner hombres en sus filas. Una
parida.
FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora 2004
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