jueves, 26 de noviembre de 2015

PARTIDO CONSERVADOR: RETRATO-ROBOT

PARTIDO CONSERVADOR: RETRATO-ROBOT

Lo malo de la caída del muro de Berlín está en que al parecer a algunos les ha cogido cerca y algún que otro cascote les ha dejado el cerebro gris, gris.

Ello, unido a esas frases hechas que tanto deshacen, como “veis, al final, economía de mercado para todos”, “es necesaria la estimulación y la productividad para prosperar”, “es el fin de las ideologías y los romanticismos revolucionarios”, etc., presentan un panorama en que no sólo “todos los políticos son iguales”, según el pueblo, sino que, además “todos las políticas han de ser la misma porque no hay otra valida”, según los intelectuales.

Bueno, pues hágase un esfuerzo por perfilar el retrato robot de lo que es un partido conservador, y luego que cada una y cada uno piense si le queda espacio para ser distinto.

Un partido podría definirse como conservador cuando no quiere básicamente la modificación del orden mundial, nacional, social y cultural establecido, y suele, en cuanto a apuestas concretas, ser partidario de:

En política internacional:

Intervenir militarmente donde lo exijan los propios intereses, los bloques militares, la OTAN, el mercado de armamentos como uno más, y la política de disuasión mediante armas nucleares.

En política nacional:

Aceptan la mili, la energía nuclear, los cementerios nucleares, bases extranjeras en propio suelo. Y quieren: economía planificada en favor de los empresarios y ley contra la huelga.

En política municipal:

Toleran la especulación, consideran un problema secundario el de las zonas verdes y se resisten a las circunvalaciones.

En política social:

Sienten debilidad por altos sueldos para los políticos, fuertes subvenciones a los partidos, política xenófoba, los enchufes para colocar a los próximos, privatizarlo todo si es rentable, más impuestos indirectos que directos y progresivos, despido libre y gratuito, ha de haber parados, no se puede repartir el trabajo que hay porque disminuiría la competitividad de las empresas.

Como se ve, este perfil de partido conservador no es perverso, puesto que todos sus simpatizantes, o casi todos, defienden con orgullo y la cabeza bien alta el total, o casi el total, de los puntos que se enumeran.

Naturalmente, y como todo retrato robot, proviene de la descripción de la información de un testigo, nunca de un video de los hechos, y, por lo tanto, se puede discutir sobre si los ojos son más o menos cejijuntos o las orejas menos o mas puntiagudas, pero lo global, la esencia, ahí reside.

La moraleja está en que sin gran esfuerzo se puede obtener el perfil de los grupos de izquierda sin más que trabajar con el negativo de este retrato.

Pero no es esa la utilidad más acuciante; ella puede obtenerse si se une todo lo dicho a la máxima cristiana de “por sus obras les conoceréis”  o por el principio marxista de “solo la práctica, y no la teoría, ha de ser enjuiciada”.

Haciendo eso se puede saber no solo quien o cuales partidos son de derechas, sino también, lo que es más emocionante, uno puede mirarse al espejo y comprobar si se parece al retrato robot del tipo de ideología que ¡está triunfando en el mundo!.

Si coincide solo en un 10 por ciento de los puntos del retrato robot no desespere, en cirugía plástica y estética hacen ya virguerías, basta con tener dinero o ansia.

Ejemplo, solo con tener ansia de dinero hacen unos liposuccionados de conciencia buenísimos.


FRANCISCO MOLINA. Publicado en El Correo de Zamora el 23 de Agosto de 1990

No hay comentarios:

Publicar un comentario