SIN
PAPELES, SIN FRONTERAS
Ya estamos en un nuevo Año Jacobeo. Debe ser
porque el día de Santiago Apóstol cae en domingo. En estos casos, si uno peregrina a
Compostela, abraza al matamoros, mete los dedos en las llagas del Pórtico de la Gloria y se da de
coscorrones contra el Santo de los Croques, puede pedir lo que quiera, que se
le concede
Tal
vez me haga el camino (de Santiago) andando, y pida que el bueno del Director
de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, de las órdenes oportunas para que se cambie
la foto que acompaña estos escritos míos por una más reciente. Sí, reconozco
que es una petición demasiado peregrina, pero...
Pero
es que más asombrado me quedé cuando el
Jefe del Estado Español (futuro suegro de Leticia, aunque está por ver), el Rey
D. Juan Carlos I, Capitán General de un país laico, ha ido a pedirle al Santo Apóstol, Libertad,
Paz y Prosperidad,
Que
el Jefe de todos, el que a todos nos
representa, vaya a pedirle a uno de los iconos de una de las religiones, es
algo, al menos, imprudente. Porque se pueden cabrear los devotos de otros
santos o vírgenes.
¿Por qué pedirle esas cosas de todos al Santiago y Cierra
España, y no al San Fermín del Pobre de Mi, o a la Virgen del Pilar, que seguro
que tiene más influencias allá en el cielo?
Aunque
claro, si peregrino ha sido todo lo anterior, más imprudente e incluso
descabellado ha sido lo que al Santo se le ha pedido. Sí, porque qué un
político o el que manda sobre todos, pida al Cielo, Libertad, Paz y
Prosperidad, es como si yo pido comer un huevo frito siendo eso lo único que
tengo, se hacer y me gusta.
Aclarémonos.
Si no hay libertad es porque no quieren los que mandan (que si a los mandados
les dejaran...).
Si no hay paz es porque no quieren los que ordenan (que
si a los ordenados les dejasen....).
Y
si no hay prosperidad es porque eso conviene a los que viven del cuento (que
si los que tienen que tragarse los cuentos pudieran organizarse a su aire...).
Así
qué. ¿A qué viene meter en el fregao al que dijo, más claro que el agua, que su
reino no era esta de este mundo, pidiéndole que resuelva los problemas de este
mundo que no es el suyo?
Y máxime cuando quienes piden , piden al más allá para
aparcar los problemas del más acá, como si fueran irresolubles.
Acaso
los poderosos que piden libertad para todos, no pueden dar libertad a los sin
papeles para que puedan viajar sin trabas por el mundo, un mundo éste que sería sin fronteras.
Acaso
no se puede así, dándoles esa libertad, y esos papeles que no tienen, darles
también la paz de no viajar jugándose la vida en pateras clandestinas.
Acaso el
reparto ligeramente más justo de las riquezas no crearían un mundo más
solidario y por tanto pacífico.
Acaso
no prosperarían así esos parias de la Tierra, pudiendo buscar las sobras de la
sociedad de la opulencia-véase el derroche de estos días- en paz y libertad.
¿No
resulta que esos congéneres son sin papeles y mueren sin esquela porque los
poderosos les han robado la libertad de desplazarse, la paz de buscar su
sustento a la luz del día y la prosperidad de poder compartir lo que aquí
despilfarramos? ¿Por qué entonces piden los poderosos a los dioses, lo que los
poderosos pueden dar como si fueran
dioses?.
Ay.
Señor. Señor. Perdónales que sí saben lo que hacen.
FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora. 2004
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