VIENTOS Y
TEMPESTADES
En Zamora ciudad hay dos veletas que
cobraron fama por si mismas. Se les puso nombre y todo. “Pero Mato” y “La
Gobierna”. Actualmente hay una réplica de ambas en el primer tramo del Puente Nuevo, sobre los
Tres Árboles. Prestando la suficiente atención se puede oír lo que hablan.
Vean.
-¿Cuánto huracán, no?-empezó Pero Mato.
-Ya lo sabes amigo, quien siembra vientos
recoge tempestades; fíjate, el mismo día
que había un huracán en Cuba, en Inglaterra se producían más muertes por una
tempestad que se pudo evitar. Antes, esto de las Cruzadas era muy bonito,
porque los muertos sólo eran del enemigo o se morían muy lejos. Pero hoy en
día, la retaguardia de cualquier guerra está en tu propio dormitorio, y
cualquier guerrero sabe dónde hay que atacar, en la espalda del enemigo.
Bastaba con que EEUU, España e Inglaterra no hubieran sembrado el viento de la
Guerra de Irak para que las victimas inocentes no hubieran tenido que perder
una guerra que no querían. Y ojo, que tenemos tropas en Afganistán.
-Te entiendo Gobierna, te entiendo. Y por lo
mismo podríamos decir que quien sembró los vientos de la cicatería y el ahorro,
en el tema de los incendios, está recogiendo la cosechas de la ruina.
-Muy bien, Pero, muy bien. El verano te
agudiza la mente. Será de ver a esas sirenitas del Club Náutico, tan a mano. En
efecto amigo. Resulta que para no gastar donde hay que gastar, el año se divide
en época de incendios y en la de no peligro; con lo cual en vez de tener la
alerta, o “seguro de bosque”, durante todos las épocas; en vez de tener más y
más aviones o equipos de extinción, más y más cerca; todo se hace para ahorrar,
que en los ejércitos o en los propios bolsillos de los políticos bien que se
gasta. Bastaba con eliminar la mitad de los liberados y habría un bombero para
cada árbol.
-No exageres, Gobierna, no exageres; que te
entiendo igual. Por cierto, creo que el Alcalde sigue también igual, y ni se
digna contestar a unos ciudadanos que le han pedido audiencia para ver si le
convencen que la “destrucción” del entorno de la Puerta de la Traición, es una
neo-traición. Aunque menos mal para él que por fin se ha encontrado una
utilidad al ex-parque de San Martín, usándolo para el botellón.
-Pues tienes razón. Quien lo iba a decir; y
respecto al ruido que puedan hacer, hay dos salidas. O que les permitan hacer
el botellón en el aparcamiento que motivó el destrozo del lugar y que encima no
“pita” . O que rodeando el lugar pongan esas pantallas “quita ruidos”, que
según el Munícipe se van a colocar a lo largo de la ciudad para apagar el
estruendo de los trenes AVE al pasar. Según los expertos no hace falta ser
sordo para no oírlos, gracias al invento.
-Me gusta hablar contigo, Gobierna; aprendo.
Por cierto, ¿tu piensas que hay “un estilo zamorano de hacer las cosas”? O sea , o mal o mal rematadas.
-Pues sí. Existe ese estilo. Fíjate, desde
aquí se ve. La carretera de la Aldehuela, que parece algo “bordado”, resulta
que acabará siendo la gran Avenida del futuro.
-¿Y?.
-Pues que han olvidado poner aparcamientos en
la acera donde se construirán los bloques de pisos. ¿Genial, no? “Quien siembra
vientos recoge tempestades”.
-Y alguna cosita más ¿no?
FRANCISCO MOLINA. Publicado en La Opinión de Zamora el 2005
No hay comentarios:
Publicar un comentario