“LA
SECRETARIA DE ALTA DIRECCIÓN DEL AÑO 2000”
Hablar del último año
del Siglo es la metáfora que utilizamos para hablar del futuro,
Se trata pues de
intuir las características fundamentales de la secretaria del futuro cercano.
EL
PASADO
Es imprescindible
"tomar impulso" desde atrás, para que el salto de proyección de este
trabajo pueda tener más vuelo y menos margen de error.
Hasta el presente,
el trabajo del que hablamos ha sido un trabajo considerado de segunda categoría,
y en consecuencia y por ello ha sido ocupado abrumadoramente por mujeres.
Es decir, dentro de
la escala de valores imperantes en toda sociedad con predominio del hombre, las
mujeres han sido excluidas, o por leyes o por condicionamientos sociales, de
los puestos claves del organigrama social, productivo, político, familiar, ……..
Y dentro de la
aceptación más natural, sirviendo como ejemplo próximo y sorprendente de lo
dicho, está el hecho de que dentro de nuestra avanzada Constitución de 1978,
eje de la democracia que disfrutamos, se
impida-por norma suprema-que ninguna dama de la familia Real pueda ser Reina
Visto lo anterior y
girando nuestra mirada al tema que nos ocupa, la observación es evidente: el jefe
es hombre, su secretaria es mujer, quien manda es él, la que obedece es ella.
EL
PRESENTE
Suficientemente
estudiada la situación actual, en este master no vamos a insistir en ella, pero
tampoco conviene dejar pasar un hecho: la emergencia de lo femenino en la
sociedad,
Hoy las leyes apenas
prohíben espacios para la mujer, hoy es real que la mujer tiene mayores ansias
de cultura, de saber y de ser libre.
Hoy las estadísticas
cantan que en todos los centros de estudios las mujeres sufren en menor medida
el fracaso escolar, repiten menos cursos, obtienen mejores notas.
Cuando todo ello
coincida con la ruptura definitiva del corsé social, la eclosión en favor de la
mujer respecto al hombre va a ser de una transcendencia aún no imaginable.
EL
FUTURO
Con estos datos, los
hasta ahora expuestos de manera sucinta, es con lo que tenemos que afrontar el
diseño de lo que suponemos será la secretaría del futuro.
SU
SEXO
Lo mismo que hoy en
día decir secretaria es decir mujer, y no porque la primera palabra sea
femenina; en el próximo siglo la persona de confianza del jefe o jefa, va a
seguir siendo ¡mujer!.
Pero no por las razones
que hasta ahora convertían casi en ley la unión - por acto reflejo irreal - del
término secretaria con la condición femenina, no
Ahora, el día de mañana,
el directivo o la directiva querrá cerca de él o de ella, para ese puesto
fundamental, a una mujer, porque esta hará, también ese trabajo, mejor que un
hombre.
SU
JEFE
Por las mismas
razones expuestas, sobre la gran capacidad intelectual, laboral y de
responsabilidad de las mujeres, ocurrirá
que dentro de ese panorama, encima emergerán hacia el primer plano de lo
social, y en consecuencia se producirá un nuevo fenómeno que condicionará las
relaciones de trabajo de la secretaria del próximo siglo, puesto que un creciente
número de jefes, ¡serán jefas!.
Esto sin duda será
un dato a tener en cuenta, siempre en sentido positivo, pues eliminará de entre
los problemas de la secretaria alguno que tal vez pueda darse hoy en día, o que
sin duda si se dio en el pasado, como el de tener que "cuidar las formas
para no dar lugar a equívocos".
SU
MISIÓN
Con jefe o jefa, la Secretaria
de Alta Dirección va a pasar de ser “una chica para todo, que lo mismo hace
tareas de mecanografía que actúa de guardaespaldas" a ser una persona sobre la que su superior va
a tener puestas "todas sus complacencias", entendiendo por tales, las que ya tienen las mujeres del
momento actual, acrecentadas, como la de
de asesora.
Un asesor es una
persona en la que otra confía y a quien
pide opinión y consejo sin que esto comprometa al asesorado.
Es decir, el alto
directivo utilizara en su ayuda el punto de vista de su secretaria particular,
con la satisfacción de saberla documentada, inteligente y útil, unida a la
tranquilidad de no estar obligado a seguir el criterio escuchado, pues sabe que
quien lo emite no está en rivalidad con él.
Pero hay más, en
cada vez más ocasiones es la secretaria de la que hablamos la que tendrá que
despachar directamente asuntos, no teniendo ni siquiera que consultar, aunque
si, lógicamente que rendir cuentas.
Naturalmente esta híper
responsabilidad se traducirá en una inestimable valoración de su trabajo, a la
par que en "jugarse el puesto" continuamente.
Será mejor la mejor
preparada, la más inteligente, la menos secretaria y más jefa a la vez.
SU
EQUIPO
Las nuevas
condiciones, hoy ya apuntadas en grades empresas, harán que dispongan de un
equipo de secretarias y secretarios que hagan "para ella" las labores
de rutina (pasar a máquina, corregir faltas, filtrar visitas, ...),
Tendremos así que,
de hecho, la Secretaria de Alta Dirección pasará a ser, ella misma "alta
dirección"; utilizándose aquí las comillas para matizar que lógicamente no
formará parte del consejo de empresa, no tendrá voz, ni voto, en los órganos
decisorios, no podrá comprar y vender en nombre del "holding"……
pero si será un núcleo
de poder en cuanto a poseedora de información (mucha y trascendente),
SUS
CONOCIMIENTOS
Si ya no es
concebible una secretaria que no domine la maquina, menos concebible será en
unos años no controlar perfectamente el uso de los ordenadores.
Y no sólo por su posible
uso como procesador de textos, sino sobre todo porque estos —los
ordenadores—serán bancos de datos tan variados, importantes y numerosos, que el
poder disponer de ellos en cualquier instante da una ventaja increíble a un
equipo directivo sobre otro,
y a ella en particular
la convierten en el complemento imprescindible del ejecutivo, es decir en su
alma comercial
SU
PLUSVALÍA
Al convertirse en
pieza imprescindible y esencial del organigrama del directivo de alto nivel, va
a ser solicitada mediante atrayentes emolumentos.
Esto generará, por
supuesto, una desaforada competencia que permitirá ir configurando una serie de
factores secundarios pero contundentes, en cuanto a determinantes también, a la
hora de la elección y sobre todo, a la hora de la confirmación en el puesto.
SABER:
estar, aprender, enseñar, soportar, mandar, animar, organizar, hablar,
convencer, conducir, interpretar, exponer, culturizar, conversar, resistir,
vencer, aguantar y saber qué sabe,
Estas cualidades y
muchas más, las necesitará la aspirante a Secretaria de Alta Dirección, y
aunque estará muy bien pagada, por ellas no cobrará, pues tendrá que aportarlas
simplemente y a mayores, para conseguir y mantener un puesto de trabajo bello, atractivo
y apasionante.
Será su vocación la
que la haga sentirse compensada cuando compruebe, con satisfacción, y día a día
que es imprescindible.
(Todo esto fue el
resultado de un trabajo que hice para una amiga. Paco Molina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario