jueves, 12 de noviembre de 2015

“LA SECRETARIA DE ALTA DIRECCIÓN DEL AÑO 2000”

“LA SECRETARIA DE ALTA DIRECCIÓN DEL AÑO 2000”

Hablar del último año del Siglo es la metáfora que utilizamos para hablar del futuro,

Se trata pues de intuir las características fundamentales de la secretaria del futuro cercano.

EL PASADO

Es imprescindible "tomar impulso" desde atrás, para que el salto de proyección de este trabajo pueda tener más vuelo y menos margen de error.

Hasta el presente, el trabajo del que hablamos ha sido un trabajo considerado de segunda categoría, y en consecuencia y por ello ha sido ocupado abrumadoramente por mujeres.

Es decir, dentro de la escala de valores imperantes en toda sociedad con predominio del hombre, las mujeres han sido excluidas, o por leyes o por condicionamientos sociales, de los puestos claves del organigrama social, productivo, político, familiar, ……..

Y dentro de la aceptación más natural, sirviendo como ejemplo próximo y sorprendente de lo dicho, está el hecho de que dentro de nuestra avanzada Constitución de 1978, eje de la democracia que  disfrutamos, se impida-por norma suprema-que ninguna dama de la familia Real pueda ser Reina

Visto lo anterior y girando nuestra mirada al tema que nos ocupa, la observación es evidente: el jefe es hombre, su secretaria es mujer, quien manda es él, la que obedece es ella.

EL PRESENTE

Suficientemente estudiada la situación actual, en este master no vamos a insistir en ella, pero tampoco conviene dejar pasar un hecho: la emergencia de lo femenino en la sociedad,

Hoy las leyes apenas prohíben espacios para la mujer, hoy es real que la mujer tiene mayores ansias de cultura, de saber y de ser libre.

Hoy las estadísticas cantan que en todos los centros de estudios las mujeres sufren en menor medida el fracaso escolar, repiten menos cursos, obtienen mejores notas.

Cuando todo ello coincida con la ruptura definitiva del corsé social, la eclosión en favor de la mujer respecto al hombre va a ser de una transcendencia aún no imaginable.

EL FUTURO

Con estos datos, los hasta ahora expuestos de manera sucinta, es con lo que tenemos que afrontar el diseño de lo que suponemos será la secretaría del futuro.

SU SEXO

Lo mismo que hoy en día decir secretaria es decir mujer, y no porque la primera palabra sea femenina; en el próximo siglo la persona de confianza del jefe o jefa, va a seguir siendo ¡mujer!.

Pero no por las razones que hasta ahora convertían casi en ley la unión - por acto reflejo irreal - del término secretaria con la condición femenina, no

Ahora, el día de mañana, el directivo o la directiva querrá cerca de él o de ella, para ese puesto fundamental, a una mujer, porque esta hará, también ese trabajo, mejor que un hombre.

SU JEFE 

Por las mismas razones expuestas, sobre la gran capacidad intelectual, laboral y de responsabilidad  de las mujeres, ocurrirá que dentro de ese panorama, encima emergerán hacia el primer plano de lo social, y en consecuencia se producirá un nuevo fenómeno que condicionará las relaciones de trabajo de la secretaria del próximo siglo, puesto que un creciente número de jefes, ¡serán jefas!.

Esto sin duda será un dato a tener en cuenta, siempre en sentido positivo, pues eliminará de entre los problemas de la secretaria alguno que tal vez pueda darse hoy en día, o que sin duda si se dio en el pasado, como el de tener que "cuidar las formas para no dar lugar a equívocos".

SU MISIÓN

Con jefe o jefa, la Secretaria de Alta Dirección va a pasar de ser “una chica para todo, que lo mismo hace tareas de mecanografía que actúa de guardaespaldas"  a ser una persona sobre la que su superior va a tener puestas "todas sus complacencias", entendiendo por  tales, las que ya tienen las mujeres del momento actual, acrecentadas,  como la de de asesora.

Un asesor es una persona en la que otra confía y a  quien pide opinión y consejo sin que esto comprometa al asesorado.

Es decir, el alto directivo utilizara en su ayuda el punto de vista de su secretaria particular, con la satisfacción de saberla documentada, inteligente y útil, unida a la tranquilidad de no estar obligado a seguir el criterio escuchado, pues sabe que quien lo emite no está en rivalidad con él.

Pero hay más, en cada vez más ocasiones es la secretaria de la que hablamos la que tendrá que despachar directamente asuntos, no teniendo ni siquiera que consultar, aunque si, lógicamente que rendir cuentas.

Naturalmente esta híper responsabilidad se traducirá en una inestimable valoración de su trabajo, a la par que en "jugarse el puesto" continuamente.

Será mejor la mejor preparada, la más inteligente, la menos secretaria y más jefa a la vez.

SU EQUIPO

Las nuevas condiciones, hoy ya apuntadas en grades empresas, harán que dispongan de un equipo de secretarias y secretarios que hagan "para ella" las labores de rutina (pasar a máquina, corregir faltas, filtrar visitas, ...),

Tendremos así que, de hecho, la Secretaria de Alta Dirección pasará a ser, ella misma "alta dirección"; utilizándose aquí las comillas para matizar que lógicamente no formará parte del consejo de empresa, no tendrá voz, ni voto, en los órganos decisorios, no podrá comprar y vender en nombre del "holding"……
pero si será un núcleo de poder en cuanto a poseedora de información (mucha y trascendente),

SUS CONOCIMIENTOS

Si ya no es concebible una secretaria que no domine la maquina, menos concebible será en unos años no controlar perfectamente el uso de los ordenadores.

Y no sólo por su posible uso como procesador de textos, sino sobre todo porque estos —los ordenadores—serán bancos de datos tan variados, importantes y numerosos, que el poder disponer de ellos en cualquier instante da una ventaja increíble a un equipo directivo sobre otro,
y a ella en particular la convierten en el complemento imprescindible del ejecutivo, es decir en su alma comercial

SU PLUSVALÍA

Al convertirse en pieza imprescindible y esencial del organigrama del directivo de alto nivel, va a ser solicitada mediante atrayentes emolumentos.

Esto generará, por supuesto, una desaforada competencia que permitirá ir configurando una serie de factores secundarios pero contundentes, en cuanto a determinantes también, a la hora de la elección y sobre todo, a la hora de la confirmación en el puesto.

SABER

estar, aprender, enseñar, soportar, mandar, animar, organizar, hablar, convencer, conducir, interpretar, exponer, culturizar, conversar, resistir, vencer, aguantar y saber qué sabe,

Estas cualidades y muchas más, las necesitará la aspirante a Secretaria de Alta Dirección, y aunque estará muy bien pagada, por ellas no cobrará, pues tendrá que aportarlas simplemente y a mayores, para conseguir y mantener un puesto de trabajo bello, atractivo y apasionante.

Será su vocación la que la haga sentirse compensada cuando compruebe, con satisfacción, y día a día que es imprescindible.


(Todo esto fue el resultado de un trabajo que hice para una amiga. Paco Molina)

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