NO HAY
DERECHO
La frase de “no hay derecho” de puro
rutinaria ha perdido el significado inicial. “No hay derecho” es la otra forma
de decir “no existe justicia”.
Y cuando no hay justicia siempre vence el más
fuerte, porque a pesar de que las leyes las hace el poderoso, como las hace
para engañar y engatusar a las masas
tiene que darles alguna apariencia de
leyes justas. Pero claro si las leyes, son algo lógicas puede ocurrir que les lleguen a perjudicar.
Entonces para arreglar ese problema lo que se hace es que la Máquina de la Justicia sea lenta,
desesperantemente lenta.
Conseguir
eso es fácil. Menos jueces de los necesarios. Personal auxiliar el justito, y
medios materiales insignificantes. Que hasta
el más cochambroso de esos Centros de Interpretación de cualquier Bobada
que se inauguran a diestro y siniestro está mejor dotado.
Lo
de que los jueces sean pocos tiene una doble ventaja. Por un lado la ya dicha
de que la Justicia lo sea a cámara lenta
para los ricos y a cámara de gas para los pobres. Y por otro que si el
colectivo es pequeño resulte más sencillo hacerle creer Cuerpo de Elite y más
fácil así que algunos se sientan del
mundo de los escogidos y por tanto temerosos a ser expulsados de él.
De
esta manera por “haches” o por “bes” resulta que “no hay justicia” para, por
ejemplo los banqueros- ahora varios en el banquillo de los acusados pero sin
sentarse- y si la hay para los padres de los hijos de las chabolas que de
mayores, decía uno, “quería ser,
presunto como su padre”, según chiste
de “El Roto”.
Pero
no sólo eso. Como no se quiere que haya justicia se dejan campos enteros a la
intemperie y así por ejemplo en Carbellino unas vacas pueden desayunar su
propia leche metiendo el hocico por la ventana de la cocina de algún vecino porque
“donde hay cacique que aguante el ciudadano”, sin que se sepa a quien recurrir.
En Moveros a un ciudadano que reclamó porque se usaba agua potable para otros
fines cuando resulta que había necesidad
de camiones cisterna todos los veranos, se le dijo que allí nunca faltó el
liquido elemento. O en otro pueblo el
Alcalde exige licencia de obra a un enemigo mientras que al amigo le dispensa
de cualquier permiso. Estas cosas en nuestro mundo rural no paran de ocurrir y
la gente se desespera de gritar ¡No hay derecho!.
En
1999 entra en la Diputación de Zamora Carmen Laguno por Unión Centrista. Tiene
derecho a un auxiliar administrativo y a estar presente en todos las Comisiones
de Trabajo cobrando. Todo ello según unas Leyes y un Reglamento de Régimen Interior
que aprobaron los partidos grandes. Pues bueno,
por la fuerza de los votos de los diputados rivales, se le usurpan esos
derechos. Entonces ella recurre ante la Justicia. Presenta un vulgar
Contencioso-Administrativo, que se había dicho que era lo que se aceleraría por
ser más fácil, patatín patatán.
Según
mis cálculos eso lo haría como muy tarde en el 2000. Han pasado cuatro años y
no hay justicia, ni derecho. Ella ya no está en la institución y puede que ni
en la política. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León no ha
tenido tiempo en este tiempo de decir ni mú. Como la vaca de Carbellino. ¿Quién
gana en este caso, por no haber justicia-rápida? El fuerte, como siempre. Los
partidos grandes, porque cuando salga el veredicto, aunque le den la razón a la
Sra .Laguno los poderosillos se habrán salido con la suya. Y encima si hay que
pagarle una indemnización a la perjudicada se hará con el dinero de todos y no
de los aprovechados.
No
hay derecho. No hay justicia. Y lo peor es que todo eso está planificado. El
dinero del pueblo, vía impuestos, no debe volver al pueblo. Sanidad y listas de
espera. Educación y números clausus son
otros ejemplos. No hay derecho. Lo más que hay es justicia en diferido. Injusticia.
FRANCISCO MOLINA. Año 2004 en La Opinión de Zamora
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