sábado, 1 de julio de 2017

ASTERIO MAYO CADENAS.


ASTERIO MAYO CADENAS.

En Terio tenemos, en nuestra entrañable pandilla de amistades y bellas sensaciones, la encarnación del pararrayos perfecto.
Incluso de aspecto: Enjuto. Alto. Espigado. Impasible. Equilibrado. De sonrisa tranquilizadora. De resistencia física consistente. De un saber estar de alcurnia.

La suya es la figura, hecha hombre, de un pararrayos.

Y como tal pararrayos, atrae las bromas y risas, que con inmenso cariño se le profesan, en el convencimiento del guasón de turno, de que en Asterio caerán bien; y que como el rayo cuando cae en el pararrayos, la luz y el trueno no tendrán peligro, y si, sólo, belleza; la belleza de las tormentas sin riesgo, porque nuestro amigo, este amigo, está hecho por fuera (y por dentro) del mejor material posible: ¡calidad humana!.

En nuestro amigo Asterio tenemos el ejemplo vivo de que “Dios escribe derecho con renglones torcidos”.

¿Cómo si no, se entiende que el hijo intermedio de tres hermanos pase de “pasar desapercibido” a percibirse que es quien mejor vive de todos nosotros?.

Asterio, el hombre inteligente, culto y tranquilo, que nos sonríe inmutable y nunca nos fallará, tiene y monta un caballo psicosomático que le permite, por ejemplo,  agobiado por las mujeres (dos que le querían tomar medidas) desaparecer, en un arranque de genio infantil, pero muy suyo (el genio, no el infantilismo) hacer como que escapa de casa, y aparecer, en pleno ataque de nervios de toda la familia, horas y horas después, debajo de la cama de sus padres ….¡¡¡dormido!!!.

Dormido como un bendito, como un bendito que es.

Dios escribe derecho con renglones torcidos, y en el caso de Asterio Mayo, sin tachaduras.

Y así, un renglón torcido de Dios, corresponde a cuando nuestro hombre decide estudiar Derecho (en su casa se vivía bien gracias a esa profesión, y a sus maravillosos padres  y hermanos) y, paradojas de la vida, aunque es el único abstemio de todos nosotros, en aquellas fechas, ve doble.

Cambia pues el rumbo de su nave, e influido tal vez porque en la Encomienda le han dado un Curso de Vela, se hace Marino Mercante y Contramaestre-Piloto  de grandes petroleros; lo que le permite dar la vuelta al mundo, y salvar, audazmente, durante una salvaje tormenta de gigantescas olas (como las de aquellas películas que veíamos en las matinales del cine Barrueco) a un miembro de la tripulación cuando, tronchado el palo mayor por los arreones del viento, cayó sobre aquel compañero de travesía.

Dejándonos claro este suceso, que Asterio es, el Segundo de Abordo y el Primero, “¿de acordo?”, en Valía y Valentía.

De carácter un tanto infantil, es como un niño, con todas las ventajas que eso acarrea (“Quien no sea como una de estas criaturas no entrará en el reino de los cielos”).

Y por ello, aunque gran observador, confunde lo de que “los marinos tiene una novia en cada puerto”, con que sería lo mismo tener una novia que valga por todas en el mismo puerto (pongamos que hablo de Santander).

Y así lo hace, y allí la tiene; pero de nuevo el renglón torcido de Dios, y su admirado Joaquín Sabina, con el dicho “No sabe un hombre lo que gana cuando pierde una mujer”, enderezan su vida.

Desde entonces, admirador, de Estados Unidos, no lo es tanto de “Estar Dos Unidos”.

Es en esa fase de su vida cuando cristalizan su flema británica y su aspecto de lord inglés, en un maridaje tan perfecto que nunca se sabrá qué hecho influyó en cual; si el del aspecto en el carácter o el del carácter en el aspecto.

Y aquí le tenemos: Sibarita, exquisito; fenomenal nadador que sabe guardar la ropa, dado a la buena y merecida vida, protagonista-tenor de la ópera de su propia existencia, merecedor de  todo lo que tiene, y de nuestro cariño, que siempre lo tendrá.

Asterio, te queremos y admiramos. Agradecemos la amistad que nos brindas. Y mal rayo nos parta, si no bendecimos la suerte de tener un amigo pararrayos. Tan gran amigo. ¡Viva Asterio!

Paco Molina. Cuellar. Edades del Hombre del 2017. 1 de Julio



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