domingo, 2 de julio de 2017

LA VERDADERA HISTORIA DEL I.P.C.


LA VERDADERA HISTORIA DEL I.P.C.

Recién expulsados del Paraíso, Adán y Eva tuvieron que ganarse el pan con el sudor de su frente.

Y como en aquella época no había mucha competencia, resultó que no sólo ganaron el pan, sino que su sudor les sirvió también para ganarse unas tierras.

Luego, al morir “nuestros primeros padres”, y como no había ningún notario, ni abogado, ni asesor fiscal que les aconsejara, decidieron dejar a su hijo mayor, CAÍN, todas sus posesiones, y a su hijo menor ABEL, todas sus bendiciones.

Hasta ahí todo bien.

Pasado el tiempo, Abel al darse cuenta que aunque era más bueno que el pan no tenía ni para pan, decidió ofrecer su trabajo a Caín, que no daba abasto de vivir tan bien.

-“¿Cuánto quieres cobrar, hermano Abel?”-dijo Caín.

-“Sólo lo necesario para poder comprar la comida, pagar la casa y conseguir la leña para el fuego”-contestó el sensato Abel.

Caín calculó que para todo eso, su hermano se bastaría con 1.000 “serpientes” (la serpiente era la moneda de la época por razones obvias).

Y así, plácidamente comenzó el primer año de la Humanidad, el año UNO.

Más, hete aquí que de repente, un día Abel se dio cuenta que su hermano le había subido el alquiler de la casa, otrosi el precio de las espinacas, y no había pasado un año y le subió hasta la leña con que hacia fuego y se calentaba.

Como consecuencia de ello los 1.000 serpientes no le sirvieron para obtener lo imprescindible para vivir, y por eso, al empezar el año 2 de la Era de la Humanidad, Abel le dijo a Caín:

-“Hermano, ¡quiero poder mantener mi poder adquisitivo! Te pedí 1.000 serpientes pero los precios subieron un 7 % durante el año, así que para el año que viene (el año 2) debes de darme 1.000 serpientes + el 7 % que subió el IPC (índice de precios al consumo)”.

-“Estas loco”, respondió Caín, “el precio de las cosas subió por tu culpa, pues las compraste tú. Por tanto tú eres el culpable, pero para que veas que soy generoso, como creo que en el año 2 la vida va a subir un 3 %, yo te voy a subir un 4 %, y así ganas un punto”.

Abel protestó: -“¿Y lo que perdí el año pasado?”, exclamó.

Pero se aguantó.

En el año 2 resultó que la vida subió un 6%, y como a Abel le habían subido un 4 % perdió aún más poder adquisitivo (el 2%).

Así, año tras año, Abel reclamaba que le subieran el sueldo conforme a lo que REALMENTE había subido la vida el año anterior.

Pero Caín insistía en aumentar el salario, año tras año, sobre lo que se PREVEÍA subiría el IPC para el siguiente.

Como Caín, por malicia o no (¿ustedes que creen?) nunca acertaba, todos los años en Otoño, gresca.

Abel que se ponía pesado: -“Súbeme respecto al año anterior”. Contestando Caín: “No; y no, te lo subo respecto al siguiente”.

Y así, cisco tras cisco.

Hasta que Caín, harto, que no en vano arriesgaba su dinero, cogió una quijada de burro y le arreó un soplamocos a Abel.

Y decimos nosotros (o sea todos)….por qué no se suben los salarios en relación a lo que subió la vida, VALOR QUE SE CONOCE, y no conforme a lo que pueda ocurrir el año que viene, que como aún viene, aún no se conoce????.


Paco Molina. Zamora. En torno a 1990 o antes

No hay comentarios:

Publicar un comentario