viernes, 28 de julio de 2017

EL CUENTO DE LA RELACIÓN CALIDAD/ PRECIO.


EL CUENTO DE LA RELACIÓN  CALIDAD/ PRECIO.

Posiblemente esta es la expresión que mayor difusión ha tenido en las últimas décadas (aquellas en que al vivir por encima de sus posibilidades las clases trabajadoras -por lo visto deberían vivir peor- han tenido acceso a los llamados bienes de consumo.).

Piso, amueblamiento del mismo y coche familiar.

Ante este cúmulo de compras, y contando sólo con el dinero justo, las dudas sobre, por ejemplo, qué lavadora adquirir entre las tres ofertas (la cara, la mediana y la barata) los expertos en marketing o en ventas, inventaron la expresión : “desde luego esta (lavadora) en su relación calidad/precio es la mejor”.

Pues bien, hoy les invitamos a profundizar en esta frase, que por lo demás todo el mundo parece tener clara.

El término “relación”, matemáticamente, equivale a “razón”, o división, o proporción, entre las dos cantidades que se relacionan.

Por eso hemos estado escribiendo la expresión así: calidad/precio, es decir, la calidad dividida por el precio.

Por tanto hablar de la relación calidad/precio es hablar de un número. El que resulta de dividir el número que expresa la calidad por el precio.

Ocurre que en Matemáticas estas divisiones son muy simpáticas. Y son muy simpáticas y divertidas porque dependen del numero de arriba (o numerador) y del de abajo (o denominador).

Pasemos a ver esto que se dice, actuando directamente sobre la relación calidad/precio.

Imaginemos que el producto que dudamos comprar tiene tres versiones: 

Una de gran calidad, otra de mediana calidad y otra de mala calidad.

Consideremos ahora que el precio de los tres productos es el mismo (cosa que no ocurre nunca).

En ese caso, con el mismo denominador (mismo precio), la relación calidad/precio mejor es la del mejor producto, obviamente. Es decir, el de mejor calidad sería también el mejor para comprar según el criterio de la relación calidad/precio.

Pero claro eso jamás ocurre así. Nunca pasa que un producto de calidad 10, otro de calidad 6 y otro de calidad 2, se vendan al mismo precio (por ejemplo a 3 €); porque 10/3 siempre es mayor (y por tanto mejor) que 6/3 y que 2/3.

El problema está en que el producto de calidad 10 suele costar más que el de calidad 6, y éste más que el de calidad 2.

Por razones empresariales y de ventas, es de suponer que el comerciante ponga a cada producto un precio adecuado a su calidad, pues de lo contrario entre los tres tipos de productos habría alguno que no vendería (dado que la gente no es tonta)..

Siendo así la cosa lo lógico es que al producto de calidad 10 se le ponga de precio 5 monedas, al de calidad 6 se le pongan 3 monedas y al de calidad 2 un precio de 1 moneda.

Pues bien, vamos a ver cuál de los tres productos reúne la mejor relación calidad/precio para comprarlo.

Dividamos por tanto calidades por precios, encontrándonos con que la división del mejor producto da 10/5=2. La del mediano da 6/3 =2  y la del malo 2/1= 2.

Pero ¿Oh!. Qué ha pasado? Resulta que la relación calidad/precio de los tres productos es la misma (cosa lógica por otra parte, dado que de lo contario el stock del producto de mejor relación calidad/precio se agotaría, y los otros dos no se venderían).

Resumiendo y sacando una moraleja u enseñanza de lo dicho: Cuando te dicen que tal artículo tiene una buena relación calidad/precio, lo que te están diciendo es una mentira piadosa (como tantas que nos cuentan en la vida y que nos la hacen más soportable)

Lo que nos dice el vendedor de que “desde luego la relación calidad/precio (de lo que queremos comprar) está muy bien” es una mentira piadosa para que compres la que puedas pagar sin que te sientas mal.

Yo quería un VOLVO pero me compré un Seat Ibiza porque la relación calidad/precio era mejor. Je Jé.


Paco Molina. Zamora. 28 de Julio del 2017

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