Conocida es
la sentencia de que: “La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero”.
Es decir, lo que es cierto lo es, al margen de quien pregone esa verdad. Pues
bien, en este libro, el autor es el porquero. Yo soy quien cuida
los cerdos; es decir no tengo ningún título que pueda hipnotizar a la gente
y hacer que trague lo que se le dice por absurdo y disparatado que
sea.
No obstante,
sí puede ser útil, saber que mi formación tiene que ver con las ciencias
experimentales- Licenciado en Físicas y Catedrático de Matemáticas- lo que
puede haber facilitado que, aunque sólo como homo-curiosus, el caminar por
la senda de estos asuntos me haya llevado a buen puerto.
Lo que aquí se comenta, dicho por los Agamenones del Orden Establecido –filósofos reconocidos, intelectuales de prestigio, científicos de altura e incluso meros intrusos que favorecen los negocios –sería más fácilmente creíble para el gran público, a la par que un éxito de ventas.
Queda por tanto la ventaja para el lector de que, al no deberme su mente pleitesía, será libre para comprobar si lo que aquí se cuenta es correcto. Libertad con la que no contaría si todo esto se lo dijera algún Agamenón (que le hechizaría con su pseudociencia) y menos si lo que leyera fuese un libro inspirado por dios, pues ante eso sólo le quedaría decir amén.
La obra de un porquero siempre ofrece más libertad, aparte de que sólo a quien cuida los cerdos le interesa que se conozca la verdad. Mientras que al contrario, los Agamenones no pueden mencionarla ya que les arrebatarían el título de tales (no se olvide que los títulos los da el Poder).
Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina de Zamora, que busca editorial inteligente o que quiera ganar dinero
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