EL PROBLEMA DEL LOBO
-¿Te das cuenta Gobierna de que
cuando sale un ganadero diciendo que el lobo le ha comido treinta y tres
ovejas, responden los de la Junta
de Castilla y León, que de eso nada, que quien se las ha comido son perros
asilvestrados?
-Si, lo que ahora se llaman
cánidos. La razón está, Peromato amigo, en que si quien come ovejas es el lobo,
la Junta tiene
que indemnizar al ganadero ya que es ella la que se empeña en proteger ese
especie y por tanto a cargar con lo riesgos que esa protección acarree?
-No, si ya lo se; es como si
deciden declarar especie protegida al serpiente
pitón y luego esas serpientes se comen al Caballo de Loginos pues es justo que la
Junta Pro Semana Santa reclame a la de Castilla y León porque
fue una ley de ésta la que pontenció la existencia de serpientes y por tanto la
muerte del caballo.
-Muy bien Peromato, pero a que
viene este alegato, que más parece un diálogo de besugos.
-Viene , mi buen amiga, a cuento
de que si existe la duda en el mundo agropecuario de si hay lobos o no hay
lobos por esos mundos de Dios, yo ya me pregunto si hay obras de Baltasar Lobo
en alguna parte.
-Afina un poco, que hoy estoy
espesa.
-Me refiero al rollo de la Fundación Baltasar
Lobo, resulta que se crea porque el gran escultor y persona que fue Baltasar
Lobo, dona parte de su obra al Ayuntamiento de Zamora; este paga los derecho de
aduana y otros y pasa a ser el propietario o usufructuario de las piezas;
después se funda una fundación para que desarrolle el proyecto que se pueda tener
y ya está; pero han pasado mil años y la obra de Lobo no se ve por ninguna parte.
-Hombre; están esperando a que se
haga el museo que la contendrá.
-Eso ya los se; pero sigo
pensando que aquí alguien debe exigir que le enseñen la obra en cuestión por
que ¿y si no existe?
-Estás loco, cómo no va a existir,
sería el timo más absurdo del mundo; pero ¿ a santo de qué dices una sandez
así?
-Pues te razono. Mira, ahora por
esto de que parezca que es lo que no es, que el museo está empezado, van a
alquilar la Casa
de los Gigantes, junto a la Catedral
para albergar y hacer visible parte de la obra.
-Pues muy bien ¿no?
-Pero, ¡si es la misma que ya
está en la Iglesia
de San Esteban! junto a la antigua Casa de Socorro.
-No me fastidies, ¿la misma?
Entonces dónde está la gracia.
-Eso digo yo. Por eso aventuro
más y me pregunto ¿no será que no existe la presunta obra de Baltasar Lobo y
por eso nadie nos la enseña a los mortales de la calle?.
-Pues, mira que si tienes razón.
Porque ya me llamó a mi la atención que la familia del escultor se negara a que
se pongan por nuestras plazas las esculturas
de exterior de ese legado.
-Bueno eso es que dicen que sólo
hay dos; y que no quieren que se de ni un
paso que no sea el definitivo para que de una vez se aborde el
definitivo.
-Pues vive dios que no les
entiendo entonces porque lo que mas quiere un artista es que se disfrute su
obra; que lo se porque cuando le hice a mi mama una poesía por el día de la
madre y ella se la leía a cada vecina que veía, yo era feliz.
-Pues en el caso de este Lobo me
parece que nos lo vamos a comer a él en vez de él a nosotros.
-Auuuuuuuuuu.
FRANCISCO
MOLINA. Publicado en La Opinión de Zamora hace mucho
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