Y
LA JUSTICIA PATAS ARRIBA
Hace 35 años oí
decir, en un conferencia, a un magistrado, que la Administración de Justicia
(en todos sus estratos) estaba deliberadamente mal dotada, para que no hubiera
justicia, porque eso beneficiaba a los poderosos, a los de arriba, a la clase
social dominante.
La razón es
sencilla. Determinar si el gitanillo Antón robó una gallina no requiere grandes
medios, ni materiales, ni de conocimientos específicos.
Pero llegar a la
conclusión, por poner un ejemplo, de si tres empresas pantalla, dos
recalificaciones de terrenos, o si la extraña operación del fallido nuevo
edificio municipal en Zamora, encierran u ocultan algún delito, es otro cantar.
El delito del rico
es sofisticado, y encima, si le coges, está defendido por los mejores
profesionales, capaces de crear la duda de si la Tierra gira alrededor del Sol,
o el Sol alrededor de ésta.
El delito del pobre,
encima, es cutre, amén de cargarle de antecedentes que le delatan.
Todo esto (que la
justicia está infradotada adrede para favorecer a los ricos), es de una
evidencia que apabulla, y se ve ahora ratificado por esa extraña norma, dictada
por el Gobierno del PP, por la cual si un presunto delito no es instruido en 6
meses ya no puede ser juzgado.
Esta cosa tan
extraña, es demencial y sospechosa en si, pero es que además estamos hablando
de una Justicia (la española) carente de todo tipo de medios (algunos dicen que
carece hasta de la venda que cubre sus ojos).
Hay pocos jueces,
pocos fiscales, pocos secretarios, pocos administrativos, pocos auxiliares,
pocos inspectores policiales, pocos técnicos fiscales, pocos urbanistas, pocos
medios informáticos, pocos edificios solventes y adecuados, hay poco de todo.
Por tanto en España
hay poca justicia, y la que hay llega tan tarde que no cumple una de sus
funciones, disuadir del delito. En definitiva no hay justicia (lo que beneficia
a los poderosos).
Pues bien, llegados
aquí resulta que ningún partido político lleva en su programa la mejora de
medios para que los juicios no acaben a medias.
Y eso duele en el
caso de los partidos de izquierdas, ya que si sabido es que la falta de
justicia beneficia a los ricos truhanes, se deduce que la Justicia plena
beneficia a los honrados trabajadores.
Cuando a un dirigente
revolucionario le preguntan sobre qué garantizar, responde con contundencia:
Sanidad, Educación…y ahí se corta.
Pues bien recordémosles
que el trípode (que viene de tres) es la estructura más estable de las inventadas,
y que no hay sociedad justa (ni siquiera socialmente) si no hay justicia.
Así pues, defendamos
una Sanidad, una Educación y una Justicia, bien dotadas y de calidad; que el
pueblo necesita esos tres puntos de apoyo como el comer.
Paco
Molina. Zamora. 7 de Junio del 2016
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