BIPARTIDISMO y su chollo

BIPARTIDISMO y su chollo

Sr. director:

La sabrosa derecha de esta tierra nuestra dice que a España le vendría bien un sistema democrático de rasgos anglosajones, en que dos grandes partidos se alternaran en el poder (o sea, que nos vendrían bien, dos partidos de alterne).

El resto de los partidos estaría pare despistar.

Para el país no se si sería bueno o malo, pero desde luego para los dos partidos, tocados de la mano del dolar para el alterne, sería un chollazo.

En el caso de España, el partido perdedor tendría garantizados siempre cien escaños en el Congreso, más cincuenta en el Senado, más las diputaciones y autonomías que la suerte disponga, o sea, que aún los perdedores podrían perpetuar en el alterne, como mínimo, a unos doscientos militantes que serían representantes vitalicios del pueblo, que unidos a los otros doscientos fieles del vencedor, darían unos quinientos prohombres por encima del bien y del mal, quinientos archiduques de lo política, quinientos incombustibles.

Parece que el defecto de la mayoría de los políticos es que pasan de electores, a pesar de que les deben el condumio, (o la pela tonta, como ustedes quieran).

¡Pues figúrense con este grupito, inalterable, como centro de gravedad para hacer leyes que resuelvan problemas que ni tienen ni viven, ni conocen!

Pero, añadámosle a eso que, como ya hemos visto y vamos viendo, el partido ganador coloca, en los pocos puestos de trabajo que hay, a sus parientes, amigos y carnetizantes, allí donde domina, permitiendo, por respeto a los instituciones, que el perdedor haga lo mismo allí donde haya sido ganador.

En las próximas elecciones, tras el alterne, colocaría más gentes el que hoy coloco menos..., .

Y así, dos grandes formaciones políticas se repartirían la tarta con la colaboración desinteresada del pueblo, que siempre podrá consolarse con que es pobre pero..., civilizadamente bipartidista.

Y es que, señores, el bipartidismo, huele a birrepartidismo... y los demás. ..¡a reconvertirse, ar!

Francisco MOLINA. El Correo de Zamora. 27 de Noviembre de 1984