domingo, 7 de febrero de 2016

¡HAY QUE RENDIRSE!


¡HAY QUE RENDIRSE!

¿Se puede pedir la paz —que no haya guerra en el Golfo— sin aceptar que a lo mejor tenemos que perder?

No, si se está por la paz hay que aceptar que Sadam puede salirse con la suya.

¿Puede pedirse sinceramente la paz porque se entiende que "la guerra debe ser el último recurso"? No, la guerra no puede ser nunca, ni el último recurso.

¿Tiene sentido el pedir la paz y en el mismo acto exigir que Irak se vaya de Kuwait? No, porque los partidarios de la guerra dirán “¿Y... si no se va, qué hacemos?.

¿Puede buscarse una solución negociada del problema sin aceptar que podemos (Occidente) volvernos con las orejas gachas? No, porque cualquier arreglo mediante el dialogo pudiera acabar con que no se logra nada, es decir, que se pierde.

¿Podría el cerco económico lograr que Irak se vaya de Kuwait?

Si es así, no debe haber guerra; de lo contrario, es decir, si con el embargo, el boicot y todos "los tontos del mundo unidos", no consiguen doblegar al "Moro infiel", hay que reconocer que nos han ganado.

¿Es malo rendirse? No; si se compara con las consecuencias de una guerra.

¿Qué es rendirse? Reconocer que éste tipo y la media luna se han salido con la suya.

¿Es bueno rendirse? Si, pues aunque nuestro honor se vería mancillado (¡qué honor y qué bobada!) se reducirían los gastos militares, bajaría el petróleo, subiría la bolsa y sobre todas las cosas habría paz, o sea, no tendríamos que matar mujeres y niños, para demostrar que somos (los esbirros de EE UU) los chulos del planeta.

Sí, pero... ¿vamos a consentir este atropello?, ¿y el orden internacional?, ¿no daría, el rendirse, pie para que cada país invada lo que le parezca?

Por orden: el que crea que no hay que consentir los atropellos es un belicista como una casa.

Respecto al orden internacional, recordémoslo, de cinco mil millones de personas en el mundo, mil millones (el primer mundo) vivimos bien, a costa de los otros cuatro mil; así que, el inquietarse por ese orden forma parte del sentir rapiñero de los ricos respecto a los pobres.

Mas, si nos rendimos, ¿no se pondrán de moda las invasiones?

En efecto, esa es una duda razonable: pero hay que elegir entre esa duda o una guerra segura, amén de que con guerras, como hasta ahora, no se acabaron las invasiones.

Rindámonos y que se empiece el desarme mundial.

Ello no es un acto de simpleza, lo ingenuo es ofrecer la vida creyendo que una buena guerra será la última.

Francisco Molina. El Correo de Zamora. Años 90 del S.XX


No hay comentarios:

Publicar un comentario