“….y como el hombre, en el lugar del bien, obtenía
placer por agitación, fue condenado a vivir en constante agitación: compitiendo-jugando-luchando;
y como la mujer, en aquella tierra de dicha, obtenía placer por frotamiento,
fue condenada a vivir frotando: frotando al fregar-frotando al barrer- frotando
al lavar”.
Todo esto exponía el
conferenciante ante unas ganas tremendas de llorar por parte del Señor Obispo,
y unos ojos de plato del Gobernador, al recibir la noticia de que Jacinto, su
fiel guarda espaldas, jugaba al corro con una imaginaria Andrea en torno a la
sepultura de ésta, mientras seguía susurrando:
“Me llamo Jacinto y
llevo la pistola al cinto, si me llamara Paco la llevaría en el sobaco”.
Lamentable situación
en sí, y difícil de resolver porque nadie se atrevía a acercarse a él dado que,
en efecto, iba armado.
Consultados los
mejores psicólogos, sociólogos y urólogos de la ciudad, todos estuvieron de
acuerdo, cobrarían 50.000 pts. de dietas (300 euros) por cada reunión sobre el
caso, y 100.000 más (600 €) si acertaban en la solución; sistema de cobro,
copiado de los futbolistas de fútbol.
Tuvieron un debate y
su veredicto fue unánime:
“Hay que convencerle
mediante una persona interpuesta”.
El Gobernador puso
ojos de plato, pero como ustedes ya habrán notado, era su manera de mostrar
desconcierto, es decir, de mostrar que no sabía de qué le hablaban.
-“Hace falta un
persona interpuesta, que se asemeje lo más posible a Andrea, y le haga ponerse
a tiro de nuestros franco-practicantes, que le inyectarán un sedante”.
El Gobernador
recordó que tenía que comprar sedal para ir de pesca y preguntó:
-“Pero, creen
ustedes que puede existir alguien como Andrea?”.
(Continuará)
Paco Molina de
Zamora. Emitido en Antena 3 Radio de Zamora en la década de los 80 del siglo
XX.
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