Cuando la detective
Sánchez entró en el Hotel II Infantas fue reconocida por el recepcionista, lo
mismo que ocurrió con la mayoría de las personas que se encontraban en la
cafetería Dolfos, que situada a dos pasos del Hotel, por estar en la calle principal
de la ciudad, solía ser punto de encuentro de prestigiosos políticos, afamados
intelectuales, prósperos industriales, elegantes empleadas y empleados, y
ejemplares familias con niños que no daban la lata y comen todo lo que se les
ofrece sin pedir caramelos.
Bien es verdad que
la detective Sánchez pudo haber elegido cualquier otro de los magníficos
establecimientos hoteleros que ofrece la bella ciudad de Zamora; que está allí,
vigilando desde un alto el caudaloso río Duero para que no se seque.
Pero, la detective
Sánchez había desechado el Hotel Cuatro Naciones por no saber a qué naciones se
refería; había rechazado el Sayagués por sonarle a nombre de independentista
italiano del siglo XIX; había rehusado el
Parador por ser ella muy activa y nada parada, y había descartado el Hostal Rey
Don Sancho por recordarle el nombre a Sancho Panza y estar ella a régimen.
Así que tras esos
descartes se inclinó por el II Infantas, que además de céntrico le traía
reminiscencias de lesbianismo, por eso de las dos-infantas, y ella, claro, tras
su brutal violación, sentía una cierta simpatía por las manifestaciones
sexuales que prescindían del zafio, presuntuoso y violento comportamiento
sexual del común de los machos.
A la detective Sánchez
la reconocían algunas personas porque hacía dos o tres días, había sido noticia
y había estado en el programa “De jueves a jueves” de Mercedes Milá.
¡¡Milalá, milalá, milalá,
milaláaaa!
(Continuará)
Paco Molina de
Zamora. Emitido en Antena 3 Radio de Zamora en la década de los 80 del siglo
XX.
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