Cuando Honorato, el
forense, vio, a dos palmos de sus narices, las credenciales de policía secreta
del inspector Martínez, sintió un escalofrío de sudor y percibió que algo gordo
iba a pasar, pues, ¿cómo si no? iba Martínez a comportarse así, cuando habían
hecho el bachillerato juntos, cuando eran hermanos de la misma procesión, y cuando,
incluso, en plena transición a la democracia, habían ido a una casa de masajes
en Madrid.
“Honorato, tú te crees
que yo me creo que alguien puede morir de golpe seco en la ducha”; le espetó el
inspector al forense como si disparara su magnum a bocajarro ante el enemigo
público nº 1.
“Mira Martínez, “golpe
seco” quiere decir que no hubo herida con sangre, y sin embargo produjo la
muerte. Indudablemente la occisa, es decir la muerta, estaba húmeda”.
“¿Se puede decir
entonces que murió en plenas relaciones sexuales?”.
“Martínez, sufres
deformación profesional, al decir “húmeda” quise decir que estaba mojada por el
agua de la ducha”
“¿Y por qué cree el
gran Honorato que se dio un golpe seco?”
“Elemental querido
Martínez, pisó la pastilla de jabón y…perdimos a una de las chicas más bonitas
de la ciudad”.
“Tú lo has dicho
Gran Honorato, pisó el jabón, y ahora sapientísimo Honorato, dime: ¿Desde cuándo
en las familias con dinero y pasta se usa para ducharse jabón y no gel?”.
Se produjo un
silencio tenso y profundo sólo interrumpido por un loro que desde la cocina
chillaba: “hijo –puta –hijo -puta”.
Al tiempo, en el
otro extremo de la provincia, el Gobernador recibía la noticia de la muerte de
Andrea, mientras presidía el “III gran certamen de Caracoles Al Sol”.
(Continuará)
Paco Molina. Emitido
en Antena 3 Radio en la década de los 80 del siglo XX.
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