miércoles, 5 de octubre de 2016

Capítulo 2. La guarda-pelvis


El caso de la ducha fría. Capítulo 2. La guarda-pelvis.

Cuando el inspector Martínez acabó de leer el informe del forense, volvió a pensar y repensar que en aquel caso había tomate; cómo si no podía ocurrir que alguien muriera de golpe seco mientras se duchaba.

“La policía no es tonta”, se dijo en voz alta, burlándose del dicho-burla.

Para Martínez los cabos sueltos se podían atar fácilmente.

Hacía siete meses que había llegado un nuevo gobernador a la ciudad, y todavía se recordaba en ella la frase de éste cuando al recibir al Inspector Jefe, le dijo:

“Querido amigo, yo no temo a nadie. Yo en vez de un guarda-espaldas lo que necesito es una guarda-pelvis”.

Semanas después Andrea conoció al Excelentísimo Señor y se les vio con posterioridad juntos.

Andrea era desde entonces conocida, en aquella estrecha ciudad, como la guarda-pelvis.

Para el inspector Martínez la muerte repentina de Andrea era sospechosa, y mucho más después de leer aquella memez: “La muerte le sobrevino a causa de un golpe seco en la ducha”.

Nadie puede morir de “golpe seco” mientras le moja el agua de la ducha, así que el inspector Martínez ya tenía un sospechoso: ¡El Forense!

(continuará)


Paco Molina. Emitido en Antena 3 Radio en la década de los 80 del siglo XX.

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