La detective Sánchez
utilizaba un método muy peculiar para obtener sus informaciones; por ejemplo,
en el terreno de las preguntas, su táctica consistía en demandar información
sobre todo lo habido y por haber, de tal forma que como no seguía el camino de
hacer pocas preguntas para no levantar sospechas, si no que se manifestaba como
una curiosa insaciable, nadie imaginaba que estaba pura y simplemente
indagando.
Por eso, mientras el
tren entraba en Zamora, preguntó al revisor:
-“Y por qué la
llaman la bien cercada?”.
-“Soy el revisor
señora y no un profesor de historia”.
La estación tenía su
encanto, a pesar de que no había “mozos” y tuvo que cargar con el equipaje.
Una vez en el taxi,
y tras fijarse en una pintada que decía: “Zamora necesita circunvalación y no
circuncisión”, preguntó al taxista:
-“¿Qué tal se ven
las municipales?”.
-“Muy bien, porque
sólo hay una y está estupenda”.
-“No, no me refiero
a las policías municipales femeninas, me refiero a las próximas elecciones a
Alcalde”.
-Ah! Pues no se,
igualadillas”.
-“Ah! ¿Puede que haya
empate?”.
-“No, no, lo de
igualadillas es porque parece que es igual una cosa que otra”.
-“Y el Hotel II
Infantas ¿a qué infantas se refiere? ¿A las meninas?”.
-“Señora, soy el
taxista y no un profesor de Historia”.
La cuesta de la
Estación, coronada por las Tres Cruces, le pareció un lógico camino del
calvario, aunque sorprendentemente esa no fuera, como le dijo el taxista, la
calle de la Amargura.
¡Qué curiosa Zamora!
(Continuará)
Paco Molina de
Zamora. Emitido en Antena 3 Radio de Zamora en la década de los 80 del siglo
XX.
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