domingo, 23 de octubre de 2016

Capítulo 26. El clan de los relojeros.


El caso de la ducha fría. Capítulo 26. El clan de los relojeros.

“DETENIDA LA BANDA DE LOS RELOJEROS.

Madrid 29. Tras arduas gestiones y amplias pesquisas, la policía ha conseguido detener a todos los integrantes de la banda de los relojeros.

La banda de los relojeros en realidad no era conocida así hasta su detención, y su nombre, “de los relojeros”, les viene del método que utilizaban para hacer sus timos.

Como ustedes saben, es práctica frecuente que desde la aparición de los coches-bomba en las acciones terroristas, las fuerzas de seguridad, cuando ven un coche sospechoso, o bien porque lleva mucho tiempo aparcado en el mismo sitio o porque presenta cualquier otra circunstancia extraña, suelen explosionarlo con el fin de inutilizar su posible mecanismo de bomba retardada.

Pues bien, últimamente el número de coches sospechosos había aumentado excesivamente, según cálculos de la propia policía.

Ello, si se tiene en cuenta que cada coche explosionado ha de ser restituido mediante la pertinente indemnización a su propietario, en caso de tratarse de una falsa alarma, unido a que las últimas indemnizaciones se habían convertido en verdaderas batallas legales para su valoración, hizo sospechar algo.

Y en efecto, hoy se ha podido detener a los integrantes de esta banda: un abogado, un mecánico; dos individuos dedicados a la compraventa de coches y un chatarrero.

El procedimiento que  seguían era el siguiente:

Compraban vehículos en situación de desguace, los acondicionaban para darles una apariencia de más valor, falsificaban la documentación y la numeración de los motores, y….. los aparcaban cerca de algún lugar oficial, habiendo previamente dejado en su interior un reloj despertador de cocina –de ahí el nombre de Banda de los Relojeros- cuyo fuerte tic tac se oyera en el exterior.

Más pronto o más tarde, el coche era considerado sospechoso y en consecuencia explosionado.

El propietario reclamaba la indemnización y de esta forma obtenían 800 o 900 mil pesetas (unos 6.000 €) limpias por vehículo”.

Al acabar de leer la noticia, la detective Sánchez se secó el sudor de la frente, el tren estaba entrando en Zamora.

(Continuará)


Paco Molina de Zamora. Emitido en Antena 3 Radio de Zamora en la década de los 80 del siglo XX.

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