viernes, 11 de marzo de 2016

CHICHO Y LOS BURGUESES

CHICHO Y LOS BURGUESES

Sin censura no existirían falsas estadísticas y cada masa buscaría sus temas, su cine, y creo que el cine podrá evolucionar y revolucionar en menos tiempo si las películas se hacen para la “taquilla popular”, aunque se perdiera la clientela burguesa que se quedaría ante su TV para no sufrir, ya que es tan falso el mundillo burgués que no aguanta el ver u oír en público lo que echa de menos en privado.

Esto me lo ha sugerido el asistir al estreno de “La residencia”, película que por recomendación o europeísmo, ha respetado la libertad de creación registrada.

La película la presentaron, entre otros, su director, a un público en el que no faltaba la parte popular (por eso de ver a los “artistas”), pero que sobre todo eran “dignísimos burgueses” que iban a redondear sus gustos televisivos.

Pero apareció la historia y al principio, sugestionados, creíamos que  en efecto, no íbamos a dormir.

Siguió la película y el público se olvidó del miedo y se pasó a “disfrutar del erotismo” unos, y otros a “rasgarse las vestiduras” (tal vez porque tienen dinero para comprarse otras iguales)

Y siguió aun más la historia, y el erotismo era mas sincero, y de paso ya te dabas cuenta que estabas ante una novela policiaca (¿por qué mataba el asesino?) y al acabar la historia vimos que el fabricante del consumo “Historias para no dormir” había fabricado una “historia para no-burgueses”, porque nuestra burguesía no puede aguantar a las directoras de “residencias con parejas” entre las alumnas, a las madres incestuosas, a los adolescentes mirones, a las amigas lesbianas, a la totalidad de jovencitas “viviendo” el mismo acto, pero sobre todo es inadmisible que la maternidad sea vituperada coma causante de todo el desastre y de su desastre (¿revolución familiar?).


ATAUD (Zaragoza) . Paco Molina. Fotogramas. 1970

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