ANTE EL XX CONGRESO DEL PARTIDO
COMUNISTA DE ESPAÑA PRESENTO LA SIGUIENTES ENMIENDAS´
Son sólo 3, referentes al nombre del Partido, a la Operación
UNIDAD POPULAR y a la existencia de corrientes internas:
Enmienda nº 1. Cambio de nombre:
EL PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA pasaría
a llamarse “PARTIDO MARXISTA ESPAÑOL” o bien “PARTIDO MARXISTA REVOLUCIONARIO
DEMÓCRATA ESPAÑOL”
Razón de la propuesta:
La palabra COMUNISTA ha sido
achicharrada por la historia.
Los reflejos condicionados hacen que lo
que nosotros vemos con orgullo el pueblo lo vea con recelo. Siendo pruebas de
ello no solo los continuos resultados electorales sino la baja imparable de
militantes.
Incluso actualmente hay un abismo entre
lo que evoca el término comunista y nuestros programas electorales: de
socialdemocracia descafeinada.
La revolución soviética (diez días que estremecieron
al mundo) la realizó el pueblo ruso siguiendo al Partido Bolchevique, que era
de inspiración marxista, y no sólo no se llamaba “comunista” sino que su nombre,
BOLCHEVIQUE, quería decir simplemente “mayoritario”.
OPCIONAL
Con el nombre de “PARTIDO
MARXISTA REVOLUCIONARIO DEMÓCRATA ESPAÑOL”
una de sus principales tareas sería unificar a todos los
partidos de inspiración marxista en torno a él.
Cambiado el nombre se citarían en sus
documentos los principios marxistas básicos en torno a los cuales nos uniríamos
los militantes
Se sugieren los 10 que siguen, aunque
sin duda, camaradas más preparados, podrían hacer algo mejor
PRINCIPIOS MARXISTAS BÁSICOS
I
No existe ninguna verdad absoluta y lo
dicho es tan cierto que hasta pudiera ser que esto no fuera verdad.
De esta afirmación se derivan:
1º.-El “PRINCIPIO DE DEMOCRACIA”.
Si nada es absoluto todo es relativo, incluso lo bueno y lo
malo y, por tanto, la democracia se convierte en una necesidad, ya que al no
existir garantía sobre lo que es bueno y lo que es malo SÓLO LA MAYORIA debe
decidir el camino a seguir.
2º.-El “PRINCIPIO DE TOLERANCIA” que hunde sus raíces en la
no existencia de absolutos, en la no existencia de verdades rotundas, en
definitiva, en la no existencia de nada que justifique o dignifique la
intolerancia o el terror.
3º.-El “PRINCIPIO DE VITALIDAD” es la mejor garantía para
toda teoría ya que el aceptar cuestionarse a si misma está aceptando una verdad
histórica; toda teoría puede ser superada, mejorada e incluso desplazada,
simplemente cundo aparezca otra que explique mejor los fenómenos que ayudaba a
analizar la anterior.
II
Todo lo material y lo que entendemos
por espiritual está en movimiento y por tanto en continuo cambio. Todo está
cambiando continuamente, manteniéndose solamente el proceso, sin fin, del
aparecer y desaparecer.
Nunca podrá haber una revolución definitiva. Siempre, por
continuo movimiento, por el continuo cambio de la vida y de las cosas, será la
sociedad susceptible de ser mejorada.
El principio del continuo cambio tiene como consecuencia
inmediata el dar paso al “PRINCIPIO DE OPTIMISMO”.
III
Las ideas no son más que lo material
traducido y traspuesto a la cabeza del hombre. La conciencia social es
explicable pues, en cuanto que cada hombre es un ser social. Somos lo que somos
en relación a los demás.
IV
El conjunto de las relaciones de
producción es lo que forma y da lugar a la estructura económica de la sociedad,
la cual a su vez es la base de la superestructura política y jurídica. El modo
de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social,
política y espiritual.
V
La historia de las sociedades es la
historia de la lucha de clases, la lucha de las clases sociales, qué, más o
menos abiertamente conserva en su seno cada sociedad según las épocas: hombres libres vs esclavos,
patricios vs plebeyos, señores vs siervos, empresarios vs obreros. en
definitiva opresores vs oprimidos.
VI
La fuerza de trabajo del hombre es una
mercancía, algo que se compra y se vende. El “valor de uso” de esta
mercancía es el de ser fuente de valor.
Todo el que trabaja para otro le vende fuerza de trabajo, y
el que compra dicha fuerza lo hace porque le produce valor. ¡Quién crea riqueza
es el trabajo!
Toda mercancía, todo lo que se vende, tiene dos clases de
valor.
Uno es el “valor
de cambio” (por ejemplo, en el caso de unos zapatos, el valor de cambio
es el precio que el comprador ha pagado por él),
y otro es el “valor
de uso” (siguiendo con el ejemplo, es que se necesitan los zapatos para
caminar más a gusto)
Pues bien, la razón
por la que el empresario “compra” la fuerza de trabajo del obrero es porque la
usa para que le cree una riqueza que él solo no podría crear.
¡Quién crea riqueza es el trabajo!
VII
La plusvalía es la parte del valor
creado por el trabajador que no es remunerada por el capital. La plusvalía se
aumenta prolongando la jornada de trabajo o (y) reduciendo el tiempo de trabajo
necesario para producir la mercancía.
VIII
El capital, creado por el trabajo del
obrero, oprime al trabajador, arruina al pequeño patrono y crea un ejército de
parados.
IX
Todas las cosas y cuestiones, todo en
todo, está relacionado.
Lo psíquico y lo material son un continuo; el cuerpo y el
alma la misma cosa; lo sindical y lo político no tienen frontera natural que
los separe; la vida personal y la pública podrán ser más o menos
esquizofrénicas, pero una repercute en la otra y al revés; la injusticia social
y la inseguridad ciudadana son magnitudes directamente proporcionales porque
vibran al unísono; nuestro lugar social y nuestra forma de actuar se
sugestionan una a la otra, etc. etc.
X
UNIDAD.
Este importante principio universal lo
razona Marx de forma aplastante.
Dice así este punto: Los empresarios
tienen derecho a ganar más. Los obreros tienen derecho a ganar más.
Pero ambos derechos son contrapuestos
(es esta un contradicción antagónica).
¿Qué ocurre entonces cuando se encuentran
frente a frente dos derechos legítimos?
¡Que prevalece, que se impone, el más fuerte!.
Para quien sólo puede vender su fuerza de trabajo sólo la
unión con otros puede darle capacidad para hacerse respetar, es decir, para
hacer respetar sus derechos.
Enmienda nº 2.
Si se permitirían las corrientes o tendencias dentro del
partido.
Razón de la propuesta:
A la gente le gusta sentirse libre en
donde está, por tanto cuanto menos rigideces mejor
Enmienda nº 3.
Respecto al posible cambio de la estructura llamada IU (por
haberse convertido en Partido Clásico) por otra llamada UNIDAD POPULAR (que
sería un movimiento político y social) debe explicarse más en qué consiste el
asunto y cómo está.
Razón de la propuesta:
Hasta Tarzán, el Hombre Mono, que
parecía loco por lo gritos que daba, no soltaba una liana hasta comprobar que
se había cogido a la siguiente, que a su vez era consistente y mejor para el
fin buscado.
Paco Molina de Zamora. 10 de Marzo del
2016
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