TILA
PARA LOS CATEDRÁTICOS
Según noticia de “ESCUELA
ESPAÑOLA”, la Asociación de Catedráticos de Bachillerato (ANCABA) está indignada
porque cobrar por sexenios no está en consonancia con el carácter jerarquizado
que el Gobierno aplica, como norma general, en la función pública.
Es más, ANCABA acaba
diciendo que los sexenios son una subida lineal porque también la reciben los
maestros.
Pues bien, con la
intención de tranquilizarles, ya que se es más feliz con el ánimo contento, hay
que darles dos buenas noticias:
Una, los sexenios no
son una subida lineal.
Dos, los sexenios
jerarquizan.
Y ya que ellos
quieren jerarquía ¡enhorabuena!
Los sexenios no son
subida lineal: En efecto, si dos personas que antes cobraban lo mismo después
de una subida perciben cantidades diferentes, dicha subida no es lineal.
Lineal es la subida
idéntica para el Rey y para el barrendero, es decir, aquella que mantiene las
diferencias absolutas entre lo que recibía uno y lo que recibía el otro.
Los sexenios
jerarquizan al profesorado (aún más), véase:
1.
Toda jerarquización supone estratos
en pirámide.
Los
sexenios, al considerar como parámetro fundamental los años de servicio,
reproducen dicha estructura.
2. Toda jerarquización
se establece según presuntos méritos, y los sexenios se obtienen por meritoriaje,
si bien es cierto que al ser los méritos tan “tontos” (cumplir años y hacer 100
horas donde sea) no lo parecen.
3. Que todos (?)
puedan subir por una escalera jerárquica, no solo no anula su carácter
jerarquizado (coloca a los profesores en distintos estratos según nóminas),
sino que es una jerarquización que mantiene lo único criticable de los estados
jerarquizados ¡el que se cobre distinto!
Si, porque eso es lo
único negativo de la estructura en pirámide, el que suponga ingresos distintos
ya que, por lo demás, la jerarquización es tan útil, que hasta las centrales
sindicales la tienen.
Llegue pues la paz
al alma de ANCABA, si todo lo que quiere es jerarquización.
Sin ir más lejos,
entre los catedráticos habrá seis categorías económicas, de forma tal que por
hacer lo mismo, habrá un miembro de ANCABA que cobrará 500.000 pesetas más, al
año, que otro del mismo sindicato.
Esa es una consecuencia
de los sexenios, reproducible en maestros y agregados.
Si lo que molesta
(según su nota) es que se trate igual (de mal) a los maestros, eso ya es
cuestión psicológica; pero lo cierto es que los sexenios abren el abanico
salarial, pues si antes de ellos un miembro de ANCABA cobraba 800.000 pesetas
más que un profesor de EGB, ahora habrá catedráticos que percibirán 1.300.000
pesetas más por año que algunos maestros.
Se ha pasado de 3
escalones en el profesorado, a 6 por cada uno, o sea a 18 estratos según nómina
(que es lo que llamamos valoración social o sueldo digno, que eso ya no recuerdo).
Francisco
Molina Martínez. Catedrático. Zamora. Escuela Española. 30 de Enero de 1992
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