En memoria de Fernando Jiménez Mazo. Psiquiatra

En recuerdo y memoria de Fernando Jiménez Mazo.

·        Soy el padre de Paloma, la esposa de Fernando hijo.

·        Tal vez sea el menos indicado para hablar de Fernando Jiménez Mazo, de Nando.

·        Porque soy el último que lo conocí, y además por muy poco tiempo.

·        Pero me he decidido por lo siguiente: Dicen que las buenas obras pictóricas hay que verlas desde lejos.

·        Y sin duda, Nando ha sido, como persona, una suerte de obra de arte.

·        Y yo, por lo poco que lo conocí, es como si lo hubiera visto de lejos.

·        Desde lejos, no se contempla si las pinceladas son gruesas o finas, si los colores sufren una buena o mala mezcla.

·        Desde lejos de un cuadro sólo se aprecia lo que el cuadro es, lo que es digno de admiración del cuadro, lo que es digno de admiración de Nando.

·        Veo a Nando, recuerdo a Nando, para mi Fernando es fundamentalmente, un hombre tierno.

·        Lo que me llamó la atención de su personalidad era su TERNURA.

·        Esa ternura que nace de ser como un niño grande, enorme, pero conservando la inocencia de la infancia, la dulzura de los juegos.

·        Esa ternura que nace de la nobleza de sus sentimientos y su comportamiento, pues.

·        Esa ternura que no existe si no hay una elegancia espiritual e incluso corporal, que haga que la persona inspire afecto.

·        Esa ternura de quien está demandando cariño de todos y nunca se sacia por mucho que se le quiera.

·        Esa ternura de quien, cuando emprende una cosa, se obstina, feliz y contento, en acabarla y en acabarla bien, como si le fuera la existencia en ello.

·        Esa ternura de quien siendo inteligente, culto y preparado, no hace abuso de ello.

·        Esa ternura de quien, cuando siente un afecto, lo deja aflorar, libre y hermoso como él.

·        Esa ternura de quien quiere cumplir con todo el mundo, por cariño a todo el mundo, y se embarulla dulce y tiernamente.

·        Yo, que le cogí un gran afecto, de hecho estoy aquí y hablo de él, por él, porque le quiero; quiero que ustedes le recuerden, además de por otros motivos que sin duda conocen a  mayores, también como les indico: como una gran persona, un gran hombre, un gran profesional, deliciosamente tierno y admirable.

·        Un beso.. Fernando padre.

Paco Molina. Zaragoza. 2 de Octubre del 2016