viernes, 30 de septiembre de 2016

La ternura.


La ternura.

Todo el mundo necesita sexo, afecto y protección

El sexo y la protección los demandan los instintos de placer y  supervivencia. 

Pero ¿y el afecto?. ¿Qué es? 

¿No será el nexo de unión entre ambos instintos básicos? 

¿No será la necesidad de cariño el instinto que se produce por la convivencia y connivencia de los otros dos instintos dentro de cada persona? 

¿No será la necesidad de ser querido (en cuanto que esto tiene tanto que ver con las caricias como con la protección) la pieza mágica que  hace que placer y supervivencia se fundan en un sólo instinto? 

¿No nos encontraríamos, en ese caso, con que al prohibir el sexo y condicionar la supervivencia, han matado y cegado el manantial del cariño, la fuente de donde de cada uno salía ternura para todos, afecto para  todos y “te quieros” para todos y todas? 

¿No quedan vestigios de lo dicho en lo que nos produce cualquier bebé? 

Una ternura, un afecto, un cariño, unas ganas de protegerlo y abrazarlo y alegrarlo, que no provocan ya los adultos, salvo si están enfermos o heridos o moribundos. 

¿No habrá la represión segado ese sentimiento que aún hoy surge espontáneo por los pequeños y los moribundos, de manera tal, que ya sólo pervive en esas circunstancias, pero que actualmente ya no lo sentimos hacia los iguales cuando están bien

¿Tuvo el Poder que acabar con esa sensiblería para que así estemos en condiciones de matar y morir por sus intereses, que en absoluto son los del pueblo?

Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.


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