martes, 27 de septiembre de 2016

EL ESPEJISMO FAMILIAR


EL ESPEJISMO FAMILIAR
   “Miento, luego
   no hay libertad”

Dicen todas las encuestas que la institución más apreciada es la familia. ¿Y cómo no?.

Repasemos esta cosa inventada por el hombre (nunca mejor dicho, pues la inventó en cuanto macho) y cuya presencia entre los humanos es tan reciente que podríamos decir que se acaba de estrenar, es decir, que no ha pintado tanto como se pregona para lo de la supervivencia, y sí más bien en la consolidación del sistema.

Los menores de edad

Puede que en el juego de fantasear una sociedad completamente libre, te ha parecido la idea medio bien, pero le has visto el pero de la posible contaminación a los menores de edad.

Bueno, pues aunque no hay por qué dar por sabido el cómo será lo que aún no ha sido, podemos seguir suponiendo alternativas.

Tal vez, en una sociedad libre, acabarían por existir algo así como Casas del Amor, a donde se iría a tiro hecho, y no como las discotecas actuales, que en el mejor de los casos, se liga sólo si se reúnen determinadas condiciones, siendo la más determinante que se tiene que andar trasnochando como un vampiro. 

Quien dice las casas del amor, dice los Ríos de la Pasión, o los bosques de tal o cual. 

Queriendo indicar con esto que existiría la posibilidad de que hubiera lugares a donde, quien necesitara dar rienda suelta  a sus instintos primarios, supiera que allí todo iba a ser ágil, sencillo y facilitado, al margen de los menores.

Aunque lo primero que habría que comprender es que una sociedad, como la que estamos imaginando, estaría tan sobrada de cariño en general, que ese cariño mutuo, reflexivo, recíproco y solidario, sería la mejor protección de los aún menores. 

¿Qué genera, si no afecto, el saber que unos y otros se dan la ayuda más preciada y por ende todas las demás; qué mayor agradecimiento se tiene por quien da placer que él quererle al menos un poco?

No obstante, hay que admitir que sobre lo que hicieran los de esa quinta –la de los menores-entre sí, no habría mucho que decir. 

Y respecto a ¿cuándo pasarían a ser adultos?. 

Pues también es preferible no presuponer nada. Aunque, para los más meticulosos podríamos recordar que ya hubo tribus que utilizaban ritos de iniciación, que de adoptarse de nuevo podrían ejecutarlos o ceremoniarlos quienes el año anterior recibieron el bautismo carnal. Con lo cual, más asepsia imposible.

En realidad, éste entrar al trapo se hace no por marcar caminos a seguir, sino por hacer evidente algo que ocurre y se da, el utilizar a los menores para prohibir cosas a los mayores

Dándose esta sobreprotección solamente cuando le interesa al sistema, pues es fácil ver, en otras latitudes, como esos menores no sólo le traen sin cuidado, sino que los explota, o bien en trabajos exhaustivos y forzados, o en la prostitución o en el mundo de la droga, cuando no en la guerra, o vendiendo sus órganos para  trasplantes a favor de los ricos.

Hay que recordar que los grandes negocios, las grandes mafias, los tenebrosos mundos siniestros y oscuros, se dan en torno a aquellas cosas que están prohibidas. 

En su día en torno a la prohibición del alcohol, ahora a la prohibición de la droga, también sobre la prohibición del libre tránsito de personas entre países, y siempre en torno a la prohibición más antigua y tabú, la del sexo en libertad. Eso por no hablar del, presuntamente prohibido, tráfico de armas.

         
Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.

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