lunes, 12 de septiembre de 2016

La trampa de la presunta perfección


La trampa de la presunta perfección .

Hay más traumas ocasionados por la idea de que la pareja es la fórmula mágica para obtener placer sexual.

Vamos ahora con el caso de quienes se dan cuenta de que lo que se les exige es un trabajo ímprobo y sobrenatural. 

Hablamos de aquellas personas, fundamentalmente mujeres, que piensan, se lo confiesen o no: ”Si tengo que vivir toda la vida con una única persona y esa me ha de querer a mi sola durante el mismo tiempo, tengo que llegar a ser alguien divina”.

Y en consecuencia, no comen, se operan, hacen ejercicios sin ton ni son y se someten a lo que sea, para acabar reuniendo esas condiciones que faciliten lo imposible: “Que por mi cara bonita éste o ésta se pirre por mí, sólo le guste yo y no me deje de querer nunca”.

Lo curioso es que esa fórmula puede fallar, no sólo porque a pesar de tu cara bonita se canse el contrario, sino que tú puedes ser quien te hartes del otro, y entonces, abajo el invento por su cimiento.

No existirían estos traumas si existiera libertad. 

(¿No se han dado cuenta de que, como no hay libertad, continuamente se nos dice que la hemos conseguido, y ello simplemente porque podemos votar y estamos en un estado de derecho? ¿Y el resto de lo que se necesita?).


Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.

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