Todo indica
que, a pesar de los pesares, los enemigos del alma (o sea, los amigos de la
vida) que nos decían que eran el demonio, el mundo y la carne, no
han perdido la batalla, y mantienen su
ejército vivo y coleando.
Sí, porque,
ni aún con el apoyo de las religiones, las costumbres y los asesinatos de
putas, adulteras, homosexuales, promiscuos... se ha logrado suprimir “la
vida”.
Con razón se
dice que el demonio, el mundo y la carne son los enemigos del alma, o sea de la
represión que a todos se les mete en la cabeza desde el destete.
Con razón es
enemigo del orden establecido el Demonio; porque el Demonio,
por definición, es el enemigo de la Ley que reza: Respeto al Poder y
Represión Sexual.
Con más razón
aún es enemigo del orden opresivo el Mundo, porque la observación
de éste hace evidente que las Leyes que se presentan como la civilización son,
en su mayoría, Leyes que van contra la Naturaleza (ellas sí y no los
sentimientos y placeres de las gentes).
Y por último,
es enemigo (mejor aún enemiga, en femenino) del orden
enfermizo vigente, LA CARNE ; porque, tras esta declaración de
guerra ¿hay evidencia más clara de que en definitiva se trata de prohibir el
placer sexual, dado esta batalla es la clave para trastocar lo natural por lo
artificial y la libertad por el macho-capitalismo?.
Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario