En efecto,
donde han tenido el poder o la posibilidad de Gobernar (salvo al comienzo de la
Revolución Bolchevique), o han sido también agentes de la Represión sexual o no hicieron
absolutamente nada para romper el Cinturón de Castidad impuesto a los pueblos civilizados.
Respecto a
las reivindicaciones de las izquierdas donde no gobiernan, son también, en este
aspecto, exageradamente tímidas.
Llamamos izquierda
a todo conjunto de personas que en cualquier momento de la historia
plantaron cara contra el Poder y sus Leyes.
Pues bien,
aceptado eso, un repaso no exhaustivo nos indica que la lucha fue, como dice Marx, Lucha de Clases
(batallas libradas en el campo de la economía).
En consecuencia se cambió la
sociedad sin entrar a discutir ciertas Leyes, Normas y Mandamientos que son
herencia e invento del Poder y no
Teoremas de la Naturaleza como pretenden que creamos.
La
explicación, de este persistente error, radica en que de la misma manera que
los hijos mejoran en salud y aspecto respecto a sus padres, pero sin embargo
siguen conservando algún rasgo de sus progenitores; en esto es como si los
hijos de cada Revolución hubieran salido mejores que sus antepasados, pero
siguieran pareciéndose a éstos en un rasgo destacado, en el rasgo de mantener
la Represión Sexual.
¿Por qué es
este detalle el que se hereda de cualquier régimen político tras una
revolución de izquierdas?
Sólo cabe una explicación. Esas revoluciones las dirigieron los hombres, y dado que la
represión sexual (cebada fundamentalmente en las mujeres) es la Esencia del
Dominio Machista, es difícil que la entierren los machos.
DEl libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.
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