Hay
represión sexual aún, y mucha; tanta que bien podría haberse titulado este
libro:”No todo en la vida es sexo... por orden gubernativa”.
Los
instintos de supervivencia y placer son los que hacen al ser humano social
por naturaleza y no otra cosa.
¿Cómo, si no se vive con otros, pueden
resolverse satisfactoriamente esas necesidades?.
Por tanto, como la política
tiene que ver con lo social de las gentes, la política debe ayudar, también,
a colmar las necesidades sexuales y no limitarse a proponer soluciones
individuales que son una estafa:
¡LA
ESTAFA SEXUAL!
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