La mayor permisividad del conservador
contemporáneo proviene de que no le queda otro remedio.
Es como el dueño que
ata a su perro en corto.
Esa falta de libertad exagerada (en contraposición con
la camuflada) puede motivar en el perro una furia que, o bien le ayude a romper
la maroma, o bien que sus desesperados ladridos, no dejen dormir al dueño.
Ante
esta tesitura, el amo astuto irá alargando la cadena, para ir calmando al
chucho, según las épocas.
Y así, hoy
vemos que ya hay conservadores a favor de la
homosexualidad, el divorcio y el perdón del adulterio, amén de la
educación sexual .
Pero esto se
debe a la evolución natural del Poder, ya que si no hubiera sido progresista
habría perdido gran parte del dominio que tiene sobre personas y cosas, e
incluso, posiblemente, ya habría perdido todo el Poder.
Para saber
cómo fueron de claras las cosas en el pasado basta con estudiar el presente
en los lugares de la Tierra donde aún el Poder puede mantenerse burdamente; es
decir, donde aún no se ha visto obligado a evolucionar, latitudes donde se
lapidan adúlteras (en femenino, claro), donde se ahorcan maricones, se exige el
burka, se amputa el clítoris........
Y respecto al
burgués, o noble, o patricio, o amo del cotarro y su carácter putero,
cabe decir que, precisamente eso, confirma también las excelencias del placer
del que hablamos.
¿De qué le serviría al poderoso todo su poder si luego
renuncia a lo mejor?.
Fijándose en qué gastan su dinero los poderosos se ve lo
que es esencial para el ser humano: La seguridad y el placer.
No hay que
confundir los valores burgueses (que son repudiables) con los
"gustos" burgueses (que son los de todos)
Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario