El amor es deseo ¡exacerbado!

El amor es deseo ¡exacerbado! 

Pero, si hasta el amor apasionado es un ramalazo del festín de sensaciones a las que lleva el placer. 

¿No dicen, quienes bien conocen la pasión del amor, que éste hace  sentir con más placer el placer y que por eso lo valoran?. 

Pues dicen y dicen bien; porque no es la fidelidad, que creen los amantes que podrán mantener por siempre, lo que hace excelsa la relación amorosa. Y tampoco lo es el cariño adyacente, que también se puede dar en otras relaciones. Ni siquiera el fruto del amor-los hijos-son la joya del tesoro amoroso.

Es precisamente el que se siente lo que siempre se siente pero multiplicado por mil, por un millón, por una pasión desaforada, lo que  hace al amor, amor loco

Ahí está  la gracia, esa es la razón de ser de que se busque lo que llamamos amor; el que es nada menos que sexo y encima a lo bestia, el mejor, el no va más. 

Por lo tanto es un error conceptual el considerar ambos placeres incompatibles. Simplemente ocurre que uno es más fuerte que el otro. Pero ambos son productos de la misma categoría de placer, el sexual.

Resumiendo: Masturbaciones, la adquisición de muñecas hinchables, de pseudovaginas y  pseudopenes, de vibradores...Todo y en todos los lugares y rincones lo pregona claramente. Ni decenas de siglos han podido matar la vida, que ahí está, bullendo e hirviendo, como lava ansiosa por emerger del Volcán de Venus.

Hay que romper las cadenas forjadas en el yunque de la represión (social, religiosa, legislativa) y hechas de eslabones de mentiras. 

Y así será, porque al placer que da el sexo no hay quien lo pare; como muy bien saben los opresores que buscan el Poder para obtener, para ellos, lo que prohíben a los demás.              

Si estará desquiciada la sociedad, que ya está aceptado como descubrimiento científico el teorema de que “el mayor o más importante o verdadero órgano sexual es el cerebro”. 

Pero.....¡Cómo no lo va a ser, si lo han convertido en el último refugio de un instinto básico perseguido!.            

Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.