Hagamos balance.
¿Qué nos encontramos respecto a las mujeres?
Pues que programadas
por la represión sexual, han pasado, a lo largo de miles de años de
existencia, de poder disfrutar del placer corporal con cualquier semejante, a
sólo poderlo hacer con un determinado tipo o en unas determinadas
circunstancias.
Es decir, se les ha hecho perder salud o si se quiere
capacidad de disfrute, se les ha castrado parte del campo en el cual saciar el instinto de
placer.
Para que se entienda mejor.
Si una persona antes comía de todo y
después de una circunstancia X sólo le gustan determinados alimentos
¿acaso no ha sufrido un deterioro en su estado de salud?.
¿No son ahora demasiadas
mujeres unas comisquis? Acaso no dicen,
ya casi todas: “No, yo es que si no siento algo especial no me
compensa acostarme con nadie”.
Pues veamos
que igual salvajada cultural se ha hecho con los hombres (y eso encima,
en una sociedad ¡machista al cien por cien!).
Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperádamente.
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