NO
ERA LA SANTA CENA
Es este un escrito
de respuesta al que el habitual columnista Lorenzo Pedrero me dedicó bajo el
titulo: "Molina nos dio la cena".
Vaya por delante que
me va a costar un montón replicar, porque respeto hasta la exageración (como se
va a ver) al compa Lorenzo.
Para empezar y no estropear nada, me voy a
limitar a aportar datos y que cada cual opine al final lo que le plazca.
Conviene subrayar
que la Cena de los Inocentes la organiza en el día de ellos (el día de las
bromas) la Cofradía Zamorana Progresista del Buen Humor (Cozprobuho) y que por
tanto todo hay que relativizarlo aún más que el resto de los días.
Puestos en estas
latitudes hay que entender que los excesos son como mucho pecados veniales, pero
que sobretodo son cosas que pretenden divertir (y si encima invitan a pensar,
mejor que mejor).
Ante la crítica que
hace L.P. a que yo no hablé de cosas bonitas y trascendentes a pesar de haber
cogido el micrófono y no soltarlo, sólo debo decir que quien quiera, como se ha
visto en las 14 cenas celebradas ya, ha podido coger el micro y largar lo que
quisiera y en el tono que quisiera.
Ocurre que, sin
saber muy bien por qué, hace falta un "presentador". Por costumbre
hago ese papel y como soy un clásico, considero que la misión del presentador
es entretener.
Entretener entre acto
importante y acto importante.
Para ello se ha de
apostar por una línea de humor, que dado que a la Cena de los Inocentes va mucha
gente y mucha sin "politizar", ha de ser sobre un factor común que
todos entiendan:
Optado por ese
criterio no veo problema en recurrir a la sal gruesa (en realidad fina, como se
verá) precisamente por eso, porque la sal eleva la tensión y en una reunión que
pretende ser distinta de las del resto del año (políticas, poéticas, científicas,
de trabajo, etc...) se debe mantener la tensión alta para pasarlo mejor.
La presencia del
condón junto a los cubiertos era simple.
El artefacto estaba
propuesto para el Premio Inocente.
El Comité Antisida
ha hecho bandera de ese artilugio dada
su importancia para prevenir la enfermedad, y dado que no se sentían con ánimo
para asistir a la fiesta porque días antes había muerto su presidente, se me
ocurrió pedirles unos cuantos y promocionar la prenda.
Por cierto dieron
200, sin embargo solo había 117 personas y aún así se acabó el material, luego útil
es.
Para acabar este
tema, conviene aclarar que los condones se pusieron sin estrenar, lo cual se
dice porque tal y como L.P. lo cuenta parece lo contrario, haciendo tragedia
donde sólo hay comedia.
No obstante si
alguien se sintió molesto, dado el día que era, solo cabe pedirle misericordia
y perdón.
Respecto a los
premios (El Herodes a Valín y el Inocente a la Asamblea contra los planes de
Valorio, el Rio, la Gusanera, etc.) recalcar hasta la extenuación que fueron
los que más votaron todos los asistentes, tras que antes quien quisiera pudiera
intervenir a favor o en contra.
Por cierto, que yo,
el malo de la película, ni defendí, ni ataqué a nadie especialmente, e incluso
me olvide de votar.
Y por último, la
madre del cordero (reprimo el chiste).
Hace tiempo que caí
en la cuenta de que eso de que hay que respetar las ideas de todos es algo del
pensamiento único.
Considero que lo que hay que respetar es a las
personas y no sus ideas porque las ideas son causa de conflictos.
En ese sentido
practico lo que se puede llamar "humor serio", y así hice un monólogo
en que por reducción absurdo planteaba a la asistencia la siguiente tesis:
Todos vivían en
plena bacanal y yo, en plan predicador, les proponía la conversión para que
pasasen a llevar una vida exacta a la que ya llevan.
Naturalmente una persona
tan inteligente como L.P. vivió la contradicción del tema y parece que se ha
molestado.
Lo siento. Pero
insisto, era día de bromas y sobretodo de perdonarlo todo, lo mismo que yo le
perdono que presente a la opinión pública, a Molina, Cozprobuho e IU como tres
personas distintas y un solo Dios verdadero, cuando son tres cosas
completamente diferentes, por lo que considero excesivo que mis faltas se
utilicen para salpicar a gente estupenda.
Si la cena hubiera
sido de IU, como en tantos actos que hace, todo habría sido distinto, riguroso,
respetuoso y adecuado.
Por tanto que no le
pida a IU que cambie, que me lo pida a mí que ya veré.
Y respecto al humor,
como censuremos el humor... la que se nos viene encima. Un abrazo.
Francisco
Molina (Zamora). La Opinión de Zamora. 3 de Enero del 2002
No hay comentarios:
Publicar un comentario