domingo, 28 de agosto de 2016

Encomienda de Alfonso X el Sabio a Francisco Molina Múgica


IMPOSICIÓN DE LA ENCOMIENDA DE ALFONSO X EL SABIO A DON FRANCISCO MOLINA

A continuación, el director general impuso la Encomienda de la Orden de Alfonso X El Sabio al catedrático del Instituto Masculino y delegado provincial de Protección Escolar, don Francisco Molina Múgica, en medio de una gran ovación tributada al homenajeado.

Éste agradeció la distinción con las siguientes palabras:

Aún no siendo mi fuerte el uso de la palabra no puedo dejar de expresar en este momento ante autoridades y público asistente, mi emocionado agradecimiento por la distinción de que he sido objeto; en primer lugar, al entonces comisario general de Protección Escolar don Isidoro Martín, a cuya propuesta el excelentísimo señor ministro de Educación y Ciencia tuvo a bien concederme el ingreso en la orden cuyas insignias acabo de recibir de manos de nuestro director general, quien, muy amablemente aceptó representar a dicha autoridad en el acto de imposición, complemento formal en estas concesiones; amabilidad por la que le expreso pública y  sinceramente mi gratitud.

Cuando, al alcanzar estas latitudes cronológicas - he pasado el paralelo de los 60 después de 40 años laborales-- se encuentra uno con que en su actividad ha sido apreciado algún mérito, independientemente del que pueda pasar desapercibido en el quehacer diario, se experimenta una sensación de agradable bienestar que compensa el indudable cúmulo de contrariedades por las que necesariamente ha habido que pasar.

Es curioso, cómo el azar ha reunido en mi tres situaciones proteccionistas; mi incorporación al Instituto "Claudio Moyano", de la que en octubre se cumplirán mis bodas de plata, fue seguida del nombramiento de jefe del Observatorio Meteorológico, que entonces pertenecía al Servicio de Protección de Vuelo; poco después fui designado vocal de la Junta Provincial de Protección de Menores, y desde hace ocho años actúo como delegado provincial de Protección Escolar; me veo cualquier día adscrito al Servicio de Protección Civil que, de momento, creo sea el único que no cuenta conmigo.

He de confesar que la calidad de la misión por la que he sido galardonado ha facilitado mí labor; en esta singladura he navegado con mar, viento y tripulación a favor.

En cuanto al mar, por tratarse, a mi juicio, de la obra más trascendente del régimen, aquella de la que dio certero aviso nuestro eximio Ramón y Cajal y por la que todos hemos clamado, muy especialmente los que con alumnos o profesores campeamos en la enseñanza; en estas circunstancias, sería un crimen de lesa Sociedad que, teniendo en nuestras manos la aplicación idónea de las normas de adjudicación, nos dejáramos llevar por otras directrices que no fueran la pulcritud y la justicia.

Se navega por un mar tranquilo que por ser actividad de carácter tan humano y generoso invita de tal manera a su noble resolución, que, aún presentando dificultad, resulta fácil por atrayente.

El viento también ha sido favorable; el ambiente representado por el conjunto de colaboradores indirectos, autoridades, tanto gubernativas como docentes miembros de las Comisiones de Selección y de las juntas municipales, centros de enseñanza, colegios menores, así como los órganos de información oral y escrita, todos me han prestado una ayuda magnifica, de indudable importancia en esta clase de navegación.

Y finalmente, la tripulación, el equipo de colaboradores directos que he tenido la fortuna de reunir en la Delegación; dan perfecta interpretación a mis puntos de vista, se identifican conmigo en trabajos de tan delicada responsabilidad, aportando la sensibilidad y discreción indispensable para que pueda ser conseguida la finalidad de tan trascendente función; por esta eficaz ayuda les expreso desde aquí mi agradecimiento y les estimulo a continuar con el mismo espíritu par el trabajo, cualquiera que este sea.

A todos los nombrados corresponde mi gratitud por la proporción en que han contribuido haciendo posible el honor de llevar esta insignia. 

CRÁCIAS A TODOS.

Fué el mismo día - 16 de Marzo de 1969- en que se inauguró en Zamora el Instituto Femenino "María de Molina". Era mi padre. Un orgullo para un hijo.

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