jueves, 4 de agosto de 2016

La Contrarrevolución. Nace el machismo.


La   Contrarrevolución. Nace el machismo.

Se entra así en un periodo de crisis. Una crisis económica. El menor número de individuos en cada tribu le genera problemas a ésta. Ello hace aumentar el miedo, al tiempo que a veces el macho quiere sexo a la antigua (o sea sin trabas y con coito) y no lo tiene. Se está gestando la primera contrarrevolución de la historia.

Entonces, con la disculpa del bien del grupo, los elementos machos, utilizando su mayor fuerza física, producto del desarrollo que ocasionaba su especialización como cazadores, impone una nueva Ley.

La Ley de la Propiedad Privada. Cada hombre tendría, como mínimo, una mujer, que debería garantizarle placer sexual sin trabas, hijos sin limitación y cuidados sin fin. A cambio, ellos las mantendrían. Ha nacido, con fórceps, la mujer-objeto.

Para lograrlo, mediante la fuerza bruta (¿qué fuerza no lo es?) hacen la vida imposible a las hembras del colectivo, matándolas si es preciso. 

Y definen la tarea que debe cumplir la mujer que quede sin dueño, la cual deberá ganarse la vida siendo de todos, y ya le darían algo para ir tirando. 
Ha nacido la profesión más vieja del mundo. 

En realidad una versión de la santa esposa; pues la que no sea de un hombre no recibirá los cuidados que le permitan subsistir, y por tanto debe ser de todos para  sobrevivir. 

Esposa y puta son pues profesiones de la misma antigüedad, instauradas ambas por el Poder Machista. 

Son profesiones que se ejercen a la fuerza, no por vocación. 

Las ha inventado el hombre, obligando a las mujeres a elegir.

Como el dogma de esta contrarrevolución se basaba en lo trascendente de tener el mayor número de hijos posibles, se genera en este nuevo periodo la fobia cultural (o sea inducida) hacia quienes siendo como todos (poseen los dos instintos  base de la normalidad, supervivencia y placer) no generaban partos: los gays y las lesbianas.


Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina que busca editorial desesperadamente

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