LA
PERPETUACIÓN EN LOS CARGOS Y MR. HYDE
Quiso esta vez la Teoría
del Caos (todo ocurre de casualidad, de carambola, de chamba) que se me
ocurriera leer el relato titulado “El Doctor Jekyll y Mr. Hyde”, y que por los
mismos días una amiga me hiciera la observación de que los hombres, a medida
que cumplimos años, nos volvíamos más cascarrabias.
En honor a ella (y
mío) diré que me exceptuó de la regla y que no usó el término cascarrabias.
Leí el libro citado
porque era corto, ya que por lo demás creía que “ya lo sabía”.
Y no lo sabía, pues
resulta que lo más interesante lo ignoraba (al margen de que tal vez sólo
pretenda ser una novela de intriga).
El Dr. Jekyll
descubre una pócima o brebaje, por la cual puede pasar a ser Mr. Hyde.
La ventaja del
invento era que el Doctor, por razón de su educación y estatus social, llevaba
una vida “reprimida”; mientras que convertido en Mr. Hyde podía chapotear en la
ciénaga de las bajas pasiones y perversos instintos (ser un depravado, vamos).
Otra ventaja para el
civilizado Doctor J. es que la pócima funcionaba perfectamente y a su gusto. Si
era Jekyll y la tomaba, pasaba a ser Hyde, y si era el malo que llevaba dentro
y la tomaba, volvía a ser el bueno que debía ser.
Hasta aquí lo que sabíamos
todos. Pero para mi la novedad estuvo en que me enteré de que la pócima iba
perdiendo reversibilidad, es decir, si la tomaba el hombre bueno se convertía
enseguida en malo, pero el recorrido contrario, pasar de malo a bueno, cada vez
se hacía más difícil, no funcionaba. En resumen, que cada vez y durante más
tiempo, prevalecía lo malo del Doctor sobre lo bueno.
Reparen ahora en lo
que dijo mi amiga (y que debe ser sabiduría popular) “los machos, cuantos más
años tienen se vuelven más insoportables e impresentables”.
Es decir es como si
de jóvenes pudiéramos controlar nuestro lado malo (o torpe), y luego, la edad,
como la pócima del Doctor Jekyll, hiciera que fuera predominando el lado malo
sobre el bueno.
Piensen ahora
ustedes en estos personajes corruptos que vemos por la televisión y que
encima se comportan, o comportaban hasta
ser descubiertos, esperpénticamente, en mítines y fiestas locales.
Que entraran en
política para vivir mejor o del cuento, es fácil, pero no creo que llevaran ya
entre ceja y ceja, el enriquecimiento ilícito.
Más bien, ha debido de
ser su perpetuación en el cargo (todos han sido cargos públicos por décadas) lo
que les ha debido hacer abusar del Poder más y más. Con razón dice el pueblo: “Todo
poder abusa y el poder absoluto, absolutamente”.
Y tanta impunidad
han tenido sus actos que no sólo han robado sino que han tornado su
personalidad en algo grotesco, histriónico, payasil del todo (¿Han visto sus
mítines y su comportamientos en las fiestas locales?).
Eso se explica
porque sin duda la pócima del Poder ha ido perdiendo efecto, y a fuerza de ser mala
gente, no han podido volver a la normalidad y buen comportamiento, cuando han
querido.
Cuando uno se porta
mal un poquito, pero repite una y otra vez, llega un momento en que la
excepción en su vida es que se porte bien. De hecho el Doctor Jekyll tuvo que
suicidarse para evitar la existencia de su doble perverso, el Señor Hyde, que
se había hecho preponderante.
A lo mejor hay que limitar
los mandatos de los cargos públicos.
Paco
Molina. Zamora.25 de Abril del 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario