martes, 12 de abril de 2016

Política versus filosofía, y viceversa

(DE la entrevista en Duererías a Paco Molina en el año 2006)

3.- Filosofía y Política tienen en común, al menos, que parecen ser elementos constitutivos de lo humano: no es posible dejar de ser un animal político como decía Aristóteles, y tampoco es posible vivir como hombres sin filosofar. Sin embargo, tradicionalmente se ha entendido que si bien la política se "ensucia las manos" con la práctica, filosofía se "refugia" en los cielos de la teoría. ¿Puede existir una filosofía al margen de la praxis?

Ya lo creo que puede existir "filosofía al margen de la praxis"; de hecho es así como existe, y está tan bien considerada precisamente porque existe así, viviendo en un limbo.

Otro gallo le cantara si, no solo se manchara las manos metiéndose en harina, en esa con la cual se hace el pan nuestro de cada día, sino que además se dedicara a ensuciar los cerebros, hasta ahora tan bien lavados de la gente.

Porque el Poder, con la filosofía vigente, la consagrada, aprovecha para someter al pueblo a un imprescindible lavado de cerebro.

Basta ver cómo el Poder da cuerda a aquellos filósofos que convertidos en Agamenones, van a vomitar ideas que a quien manda le interesan

Conocida es la frase de que la verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero, que nos alerta sobre que hoy día se está dando por bueno lo que dice el de sabio, y por falso lo que dice el pueblo; cuando el de “sabio” es un título que otorga el Poder a quien le interesa que aparezca ante la gente como tal .

(Obsérvese como "los mejores" filósofos lo son en la medida en que no se manchan las manos).

4.- ¿Qué aspectos del Marx filósofo y político siguen siendo urgentes y, sin embargo, parecen olvidados?

Marx, como filósofo, concibe una sociedad completamente distinta, en la que por poner un ejemplo, podría no existir ni la familia; por eso propone acabar con el Estado, que es la camisa de fuerza que usan los poderosos para tener sujeto al pueblo y controlar sus ansias de libertad.

Sin embargo, como bien sospecha quien pregunta, al final se está presentando a Marx como un simple economista que tiene la receta para que en un mundo capitalista todo vaya bien.

Un disparate claro. Y por eso las piezas no le encajan a la gente. Para Marx la economía era el nudo gordiano donde hay que golpear para romper el yugo y que el animal humano pueda vivir ¿libre!, conforme a su naturaleza; no alienado, o sea no representando -en el sentido teatral- una personalidad ajena a su esencia, un papel insoportable para su condición.

¿Qué hace un animal jugando a ser divino? Enloquecer (la violencia, tan variada y latente, es el efecto enfermizo de esa causa).

Esta pregunta de Duererías, por cierto permite enlazar con la anterior, porque un pecado de la izquierda actual es que filosofa poco, con lo que va sin brújula.

Recordemos que en los manuales para uso de brújulas no dice que hay que ir siempre al Norte, pero si saber dónde está , y algunos lo han perdido.


Podríamos decir que en estos tiempos las gentes de izquierda, y sus formaciones, por un lado santifican a sus teóricos, pero para, puestos en un pedestal, no hacerles caso; mientras por otro lado no dejan alumbrar nada que no hayan dicho los anteriormente “santificados”. Una peligrosa paradoja. 

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